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El VAR en el centro de la escena: el gol de Gimnasia ante Barracas Central que reavivó la polémica

El tanto de Manuel Panaro desató un nuevo debate sobre la tecnología en el fútbol argentino: diferencias en el número de cámaras, posiciones desparejas y el uso manual del sistema alimentan críticas y suspicacias.

Barracas Central vs. Gimnasia
Barracas Central vs. Gimnasia | Captura TV

El duelo entre Gimnasia y Barracas Central volvió a quedar marcado por una jugada que no terminó dentro de la cancha, sino frente a las pantallas del VAR. El gol de Manuel Panaro disparó una discusión ya habitual en el fútbol argentino: la precisión —o la falta de ella— del sistema que debería llevar justicia a las decisiones arbitrales.

El análisis de un gol polémico por Cueste lo que cueste

Las imágenes generaron dudas desde el primer momento. El VAR local tiene tres particularidades que condicionan la exactitud en jugadas milimétricas. La primera es la desigual cantidad de cámaras disponibles según el partido. La segunda: la distancia de cada cámara respecto al campo, diferente en cada estadio. Y la tercera, más determinante, es que las cámaras no están ubicadas en los mismos lugares en todas las canchas, lo que obliga a tomar perspectivas que pueden distorsionar la interpretación.

En la acción del gol, la cámara se encontraba casi en la línea de la posición del jugador que envió el centro, lo que hizo aún más visible que la línea virtual parecía “torcida”. Técnicamente, esto se debe a la calibración previa que el VAR realiza antes del inicio del partido: se toman parámetros de la cancha en relación con las cámaras y, a partir de allí, se generan las líneas que luego se ven en pantalla. Ese procedimiento, inevitablemente, tiene un margen de error físico y geométrico que se vuelve evidente en acciones como la del domingo.

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Pero hay un detalle que resume mejor que ninguno las limitaciones del sistema: en el fútbol argentino, el VAR lo maneja una persona con un mouse, de forma manual, cuadro por cuadro, como cualquiera en su casa usando la computadora. Esa intervención humana, sumada a la ya instalada sensación de sospecha en torno a la justicia arbitral, alimenta teorías conspirativas y discusiones interminables.

Barracas–Gimnasia: el VAR corrigió al árbitro y convalidó un gol que generó dudas

La polémica tomó un giro particular porque esta vez la decisión perjudicó a Barracas Central, un club frecuentemente señalado por fallos favorables. Su entrenador, Rubén Darío Insúa, un experto en la ironía y la lectura del contexto futbolero, dejó una frase que sintetizó el ambiente. Antes de retirarse de la conferencia de prensa, preguntó: “¿Nadie va a preguntar por el arbitraje?”. Lo hizo sabiendo que, en otras ocasiones, los cuestionamientos fueron en sentido opuesto.

El episodio reaviva una discusión vieja y sin solución a la vista: la tecnología llegó para aportar claridad, pero en la Argentina sigue generando más ruido que certezas. Y el gol de Panaro será, una vez más, material para debates que prometen continuar.