El Ministro del Interior, Aníbal Fernández, aseguró hoy que "no existe” una relación non sancta entre la política y los barrabravas, y a título personal advirtió: "nunca he querido tener a nadie cerca de mí que tuviera actividad de esas características".
La declaración se contradice claramente con los vínculos que, según una investigación publicada el domingo por el Diario Perfil , existen desde tiempos remotos entre el funcionario y un barrabrava de Quilmes, club del que Fernández es hincha reconocido.
"Últimamente se ha instalado y se ha insistido sobre esa relación, pero la experiencia indica que aquellos que participan de estas barras, para la política no sirven", señaló el Ministro en un contacto con la prensa que lo abordó en Costa Salguero, durante una jornada de la Federación Argentina de Municipios (FAM).
Seguramente, Fernández no recordó entonces el gran apoyo logístico que, de acuerdo con lo denunciado por el Diario Perfil , viene recibiendo desde sus comienzos en la política de Osvaldo “Dedo” Becerra, líder de la barra brava de Quilmes y a menudo acompañante del intendente quilmeño Sergio Villordo.
Becerra también es conocido por desplegar afiches de “Villordo Intendente, Aníbal conducción” y pegar carteles frente a la casa de Fernández, cada vez que el ministro o algunos de sus familiares cumplen años o pasan por alguna fecha importante. Actualmente, “Dedo” protagoniza una cruenta interna por el manejo de la barra que el domingo, en ocasión de enfrentar el conjunto “cervecero” a Boca, se cobró varios heridos en la Bombonera al chocar los grupos que se disputan el mando, lo que impidió asimismo el ingreso de muchos hinchas pacíficos.
En Costa Salguero, Fernández insistió en que en su idea personal lo que corresponde es "expulsar literalmente a aquel que haga desmanes, no necesariamente barrabravas", en alusión a lo ocurrido en el estadio de Colón de Santa Fe en el partido ante Velez Sarsfield, interrumpido cuando un plateísta impactó en la cabeza a un juez asistente con un encendedor.
Además, el Ministro consideró que la sucesión de hechos de violencia en el fútbol en las últimas semanas no puede comprometer la estabilidad del presidente de la AFA, Julio Grondona: “Está al frente de la AFA por decisión de los clubes que componen esa asociación –manifestó-. Entonces no quiero hacer análisis desde mi propia persona respecto de lo que puede suceder o dejar de suceder, porque no tengo la decisión en este caso. Si está ahí es porque alguien lo ha puesto y alguien lo ha votado, no creo que haya sacado nada por manu militari".