Era el Día del Hincha de Boca, y algunas miles de personas asumieron que aunque no se podía entrar en la Bombonera, había que al menos rodearla. Entonces, en este 2020 distopico, el partido estaba casi partido: adentro del estadio, el partido. Afuera, los fanáticos cantando para honrar su condición de bosteros.
Convengamos que lo más importante para Boca es lo que debe jugar en tres días contra Racing, por los cuartos de final de la Copa Libertadores. Pero bueno, el partido contra Arsenal había que jugarlo. El técnico Miguel Ángel Russo dispuso un equipo alternativo para empezar el Grupo A de la Fase Campeón de la Copa Diego Armando Maradona.
Y cuando la atención estaba repartida entre afuera y adentro de la Bombonera, hubo un momento que generó la atracción necesaria. Como el fútbol siempre genera alguna situación impensada, de repente esa escena se convirtió en LA escena de la noche: el Pulpo González se encontró un rebote luego de un tiro libre y la cruzó para poner el 1-0. Hasta ahí, nada extraordinario. Gol de Boca, cierta lógica que se concreta y no mucho más.
Pero lo que nadie preveía fueron las lágrimas de González. Luego de un año parado, de recuperarse de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, de llenarse de preguntas sobre su futuro como futbolista, el exmediocampista de Racing y Lanús hizo su primer gol con la camiseta de Boca y se desplomó de la emoción.
Después, en todo el segundo tiempo, Arsenal recolectó argumentos para empatarlo (incluso, pudo haberlo hecho si el árbitro Darío Herrera cobraba un penal claro a su favor). Pero cuando Arsenal parecía que no lo iba a lograr, Pons puso el 1 a 1 sobre la hora. Era el Día del Hincha de Boca. Pero el final no se ajustó a esa celebración.
Un 12/12 virtual
El tradicional festejo por el Día del Hincha de Boca tuvo una jornada particular: debido a la pandemia la celebración se trasladó a las redes sociales. Este 12/12 fue virtual.
Mario Pergolini, vicepresidente de Boca, subió un video a su cuenta de Instagram en el que saludó a todos los hinchas xeneize y tiró una chicana: “Boca es el equipo que nunca descendió”.
El ídolo Carlos Tevez también se dirigió a los hinchas a través de un video: “Quiero mandarles un fuerte abrazo a la mejor hinchada del mundo”, definió. El festejo fue tendencia en las redes durante todo el día.
