Roma - Diecinueve aficionados, nueve de ellos menores de edad, fueron detenidos hoy luego de los actos violentos producidos ayer en el clásico del fútbol siciliano entre Catania y Palermo, en que murió un inspector de la policía. Ninguna de estas detenciones está vinculada a la muerte del agente Filippo Raciti, de 38 años, precisó un portavoz policial.
Además del inspector muerto, hubo otros 52 miembros de las fuerzas del orden lesionados sobre el centenar de personas heridas durante los incidentes. El fútbol italiano se encuentra paralizado después de suspenderse todos los partidos, desde las categorías inferiores hasta la primera división, pasando incluso, por la selección nacional.
Raciti, casado y padre de dos hijos, falleció el viernes al ser alcanzado por un artefacto explosivo artesanal cuando se encontraba en su automóvil en los alrededores del estadio de Catania, donde se disputaba el derbi siciliano. En la batalla campal que se prolongó durante horas tras el partido que Palermo ganó 2-1 y que ya había sido interrumpido a causa de la violencia, resultaron heridas decenas de personas.
El jefe del gobierno italiano, Romano Prodi, prometió hoy poner en marcha "un sólido dispositivo" que permita "modificar radicalmente la situación" al día siguiente de que un policía muriera en enfrentamientos entre hinchas del Palermo y del Catania.
"El lunes por la mañana, el ministro del Interior Giuliano Amato y la ministra de Deporte, Giovanna Melandri, se reunirán para empezar a buscar ideas para un dispositivo a largo plazo, un sólido dispositivo que modifique radicalmente la situación", declaró Prodi en Bolonia. "No podemos poner siempre en peligro la vida de los agentes de policía. Es necesario encontrar un remedio que responsabilice también a los clubes de fútbol y cambie radicalmente la situación. No podemos seguir así", agregó.
Asimismo, el presidente de la Unión Europea de Fútbol (UEFA), el francés Michel Platini, expresó este sábado el pleno apoyo de esa entidad a la paralización indefinida de los partidos en Italia, a raíz de la muerte de un policía durante disturbios ocurridos el viernes en Catania.
"La violencia, de cualquier tipo que sea, no tiene lugar en el fútbol. En absoluto. No debemos aceptarla, y debemos hacer de todo para erradicarla", expresó el nuevo titular de la UEFA (escogido para el cargo hace apenas una semana) en un comunicado.
Raciti fue trasladado de urgencia al hospital Garibaldi, al que llegó en gravísimas condiciones, informaron fuentes policiales, según las cuales la fiscalía de Catania abrió una investigación para determinar lo sucedido. La muerte se produjo durante los choques entre la policía y los fanáticos del Palermo en las adyacencias del estadio Angelo Massimino, al que los hinchas visitantes llegaron masivamente casi una hora después de iniciado el partido.
Asimismo, los cruces se repitieron al finalizar el clásico, cuando los simpatizantes de Palermo atacaron a la policía. La réplica de las fuerzas seguridad fue con gases lacrimógenos que llegaron hasta dentro del estadio, y dejaron un balance de cerca de 100 heridos, aunque ninguno de ellos de gravedad. La policía detuvo a 19 simpatizantes a quienes acusa de haber participado de los hechos más violentos.
El partido estuvo interrumpido durante 30 minutos, no sólo por efecto de los gases, sino también por las bengalas que los simpatizantes lanzaron al campo de juego a poco de iniciarse el segundo tiempo. Al término del partido, los jugadores y el cuerpo técnico del Palermo debieron permanecer encerrados en los vestuarios del estadio para garantizar su seguridad.
"La responsabilidad por la suspensión del partido es claramente de los fanáticos del Palermo. Hasta que llegaron al estadio todo andaba bien. Eso pueden confirmarlo en las imágenes televisivas", afirmó el titular de Catania, Antonino Pulvirenti. La gravedad de lo sucedido llevó a la Federación Italiana de Fútbol a suspender el resto de la fecha, que debía continuar mañana con dos cotejos y que contemplaba el domingo el compromiso entre el líder Inter y el escolta Roma.
"Sea cual fuese la decisión de la federación, cuenta con todo nuestro apoyo", explicó el presidente del Comité Olímpico Italiano, Gianni Petrucci, luego de conversar telefónicamente con el interventor federal, Luca Pancalli, antes de conocerse su decisión. "Me acabo de enterar que murió un policía. Hablar de fútbol en este momento, me parece una locura. Esto es demasiado para mí, dejo el fútbol", comentó el técnico de Catania, Pietro Lo Monaco, al conocer la noticia de lo sucedido.
"Esto no puede seguir así. Lo que pasó es una ofensa para el deporte y para la ciudad. Esta es una jornada nefasta", coincidió su colega del Palermo, Francesco Guidolin, sin razones para festejar el triunfo en el clásico siciliano. "En este momento sólo puedo pensar en los familiares de ese muchacho que murió yendo al estadio a cumplir con su trabajo a manos de delincuentes", dijo por su parte el titular del Palermo, Maurizio Zamparini.
"Nadie puede sentirse victorioso. La permisividad para con este tipo de situaciones en el fútbol italiano es el principal motivo por el que siguen sucediendo", agregó el dirigente palermitano.La anterior oportunidad en la que el 'Calcio' había sido suspendido como consecuencia de un hecho de violencia databa de febrero de 1995.
Desde el gobierno. El jefe del gobierno de Italia, Romano Prodi, dijo este viernes que el deporte italiano debe "detenerse y reflexionar" , luego de la muerte de un agente de policía durante violentos disturbios durante el clásico siciliano de fútbol entre Catania y Palermo, en Catania.
Prodi aplaudió la decisión de la Federación italiana de Fútbol (FIGC) de suspender todos los partidos de fútbol previstos para el fin de semana, en lo que consideró "una decisión justa". "Es una decisión justa. Será una señal de duelo pero también una advertencia para el deporte, un deporte que ahora debe detenerse y reflexionar", dijo el mandatario italiano.
Prodi añadió que su " primer pensamiento está con las personas que están sufriendo por los incidentes y sus familiares. Pero tengo el deber de decir que una señal fuerte y clara es necesaria para evitar la degeneración del deporte, una degeneración que notamos más y más dramáticamente".
La policía intervino para impedir un choque entre hinchas de Catania y Palermo, aunque el desorden se convirtió en una batalla campal entre los agentes del orden y los 'ultras' de Catania. Un agente cayó herido por el estallido de un petardo en el rostro, y falleció poco más tarde en un hospital.
