Cuando el árbitro Sergio Pezzota marcó el final del encuentro, los hinchas que estaban en el Cilindro de Avellaneda y todos aquellos que pertenecen al mundo Racing que estaban dentro del campo de juego se estrecharon en abrazos y llantos.
El delantero Facundo Sava no pudo sus lágrimas cuando se dirigía a los vestuarios, en tanto otros como el arquero José Martínez Gullotta se cruzó todo el campo para saludar a uno y otro lado de las tribunas, mientras otros futbolistas ofrendaron su camiseta a los simpatizantes que colmaron las tribunas.
El llanto de miles de hinchas fue el desahogo a una de las peores temporadas que atravesó el club. Las impericias, el mal juego, el desorden institucional y otras cosas más que se podrían agregar llevaron a que Racing tuviera que pasar por esta situación por primera vez en su historia (en 1983, descendió directo). Pero para los hinchas esto ya es parte de la historia, seguirán en Primera.
Fuente: DyN