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San Antonio tiene tres oportunidades para ganar el trofeo de campeones que se le escapó la campaña pasada, pero por cómo dominaron a Miami el jueves, quizá sólo necesiten una.
Kawhi Leonard anotó veinte puntos, bajó 14 rebotes y los Spurs dominaron otra vez a Miami, ahora por 107-86, en la noche del jueves, para tomar una ventaja de 3 a 1. Manu Ginóbili, por su parte, aportó siete puntos y dos asistencias en 28 minutos; no demasiado, pero con él en cancha, San Antonio tuvo +/- 27, el más alto.
Los Heat tendrán que ejecutar la mayor remontada en la historia de la NBA si quieren seguir siendo los reyes. “Son los bicampeones, son grandes jugadores y aún falta un juego”, dijo Tony Parker. “Tenemos que ganar otro partido”.
Los Spurs pueden amarrar su quinto campeonato de la liga con una victoria en San Antonio en el quinto juego, mañana, y vengar la derrota que sufrieron en la serie de siete partidos el año pasado contra Miami.
“Estoy complacido de que hayan jugado de esa manera cuando jugamos en Miami”, dijo el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich. “Ahora vamos a casa y tenemos que hacerlo igual, o mejor”.
LeBron James trató de mantener a los Heat en la pelea con 28 puntos y ocho rebotes, pero Dwyane Wade sólo encestó tres de 13 tiros de campo en tres cuartos y finalizó con apenas diez puntos.
Ningún equipo en la historia de la NBA se ha repuesto de una desventaja de 3-1 en la final, y por la forma en que fueron superados en dos partidos como locales es difícil imaginar que los bicampeones sean los primeros en lograrlo. “Quizás ésta fue la mayor sorpresa de la serie final”, dijo el técnico de Miami, Erik Spoelstra.
Tony Parker sumó 19 puntos más para los Spurs, mientras que Tim Duncan agregó otros diez y 11 rebotes. San Antonio tuvo un promedio de efectividad en tiros de campo de 57%.
Los Spurs perdieron dos veces en Miami en la final de la temporada, sus únicas derrotas en la ronda de campeonato. En esta ocasión, se llevaron los dos partidos en el sur de Florida por un total de cuarenta puntos de ventaja.
Si éste fue el último partido de la campaña, en Miami no se pareció ni sonó como los finales de los dos años anteriores, en los que la cancha se llenó de confeti y se alzaron trofeos de campeón. En éste se escuchó el inusual grito de “vamos, Spurs, vamos” de los aficionados de San Antonio cuando faltaban menos de tres minutos de juego, ante la ausencia de los seguidores del equipo local.
Si los Heat fuerzan un sexto juego, se celebrará el martes en Miami.
