"Esto es poco serio y viene desde hace tiempo. Las autoridades de la CADDA hacen y deshacen a su gusto. Si ahora decimos no a competir en nuestra propia casa, es por el resto del equipo; si no hay marcha atrás en la lista, no compito", fueron las tajantes palabras de José Meolans al renunciar a participar de los Juegos Odesur.
Meolans y Georgina Bardach, los dos mejores nadadores argentinos, decidieron renunciar al equipo para la mencionada competencia que se realizará el mes próximo en Buenos Aires, en "solidaridad" con cuatro compañeros que fueron desafectados del equipo por la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos (CADDA).
Ambos deportistas tienen una disputa desde hace tiempo con la confederación y la misma se acrecentó en los últimos quince días, por lo cual Meolans y Bardach hicieron saber su descontento con la CADDA por las distintas decisiones que tomaron desde hace tiempo, y acordaron no competir.
La nadadora, desde Córdoba, coincidía con su compañero en que "es una falta de respeto para deportistas y entrenadores. Hay normas de acuerdo para quién sean".
Los dos sufrieron en carne propia las desinteligencias de la CADDA, por ejemplo, cuando la medallista olímpica de Atenas en 2004, quedó varada en abril del año pasado en España, cuando fue a competir en los Nacionales ibéricos. Por su parte, Meolans debió sacar de su bolsillo los fondos para pagarse el pasaje al Mundial de Shanghai, en febrero pasado.
Pero ahora el problema fue la conformación del equipo para los Juegos Odesur y los nadadores apuntan a la incoherencia que tuvo la CADDA para determinar los nombres de quienes competirán a partir del 15 de noviembre en el Cenard.
La controvertida decisión fue del entrenador jefe del seleccionado nacional, Daniel Garimaldi, que desvinculó a Eduardo Otero, Manuela Morano, Nadia Colovini y Cecilia Bertoncello, todos de River, nominados en un primer momento para estar en el equipo.
A principios de mes, mediante una resolución, la CADDA esgrimió que los citados nadadores faltaron sin debida justificación a una evaluación, que en principio, no era obligatoria y en esa misma nota, se anunciaba los reemplazos de los competidores Federico Gabrich, Mirna Vago, María Eugenia Zabala da Silva y Catalina Juárez.
Además, el entrenador Garimaldi quedaría solo a cargo del team, ya que se desafectó a Rodolfo Sacco (River) y Orlando Maccagatta renunció. El cargo fue ofrecido a Raúl Strnad, pero el técnico de Gimnasia y Esgrima de Santa Fe no aceptó "por ética" y para "no ser parte del conventillo".
Por su parte, la Secretaría de Deportes de la Nación, a través de Osvaldo Arsenio, hizo gestiones para que se volviera atrás y se respetara el equipo original, pero no hubo una solución y de esta manera Argentina se quedó sin sus dos mejores nadadores de la actualidad para competir en los -a esta altura- devaluados Juegos Odesur.
