Desde que Marcelo Tinelli lanzó su candidatura para gobernar la AFA, el cuaderno que lleva a todos lados el presidente de Banfield, Eduardo Spinosa, se convirtió en una suerte de guía con la posición de cada club. O para ser más claros: con la cantidad de votos a favor y en contra que cuentan en ese espacio. Según el día, los cafés y las reuniones, el número sube o baja, aparecen tachones y notas al margen. Ahí, en esas hojas, se juega el futuro del conductor televisivo.
Del otro lado de la historia, Luis Fernando Segura, uno de los hijos del actual presidente de la AFA, también es el que llama, habla e intenta sumar adhesiones. Por ahora, afirma él, tienen las suficientes como para ganar este jueves. Pero eso no le impide mostrarse cauto: como sucedió con otras elecciones por fuera del fútbol, los últimos días pueden cambiar la ecuación de cualquier candidato.
Tanto Segura como Tinelli cuentan con un círculo cercano que durante todo el año hizo el trabajo más arduo: tratar de convencer, persuadir y atraer a los que no estaban decididos. Son los que rosquean para lograr un único objetivo, que se cristalizó el martes 29 de septiembre, cuando se presentaron los avales, y terminará en la urna del predio de Ezeiza esta semana.
En el entorno de Tinelli, además de Spinosa, están el presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, y el de Temperley, Hernán Lewin. Todos lideran clubes de Primera y son parte de una misma generación: ninguno de los tres supera los 45 años. Ellos son los que diagraman y concretan las reuniones entre los directivos de cada club o de cada Liga con Tinelli. Por lo general, los encuentros con el zar de la tevé son privados y ahí se les muestra una plataforma programática de 92 páginas en las que figuran los “planes y proyectos” del tinellismo para el mandato 2015-2019. “Todos quieren hablar con él. Marcelo es una persona que atrae mucho. Y después de escucharlo, muchos se van convencidos”, le cuenta Lewin a PERFIL.
Segura, el hijo, remarca una diferencia entre tinellistas y seguristas: en su espacio, el trabajo cara a cara recae en más personas; no sólo en un grupo reducido. Aunque el armado, principalmente, está diseñado por Luis Fernando Segura y Claudio “Chiqui” Tapia (Barracas Central), hay otras piezas relevantes como Miguel Silva (Arsenal); el titular del Consejo Federal, Alfredo Derito; el presidente de Racing, Javier Blanco; y el de Olimpo, Alfredo Dagna.
Al círculo chico de cada candidato se le suman otros dirigentes de peso que no se embarran en la tarea de sumar votos, pero que ya dieron su apoyo de modo explícito. Rodolfo D’Onofrio, por ejemplo, prestó las instalaciones del estadio de River para cerrar la campaña de Tinelli allí. No tiene tapujos en encolumnarse detrás de él y pedir un “cambio”. Lo mismo sucede con Daniel Angelici, quien manifestó que votará por Segura y habilitó la Bombonera para una cofradía de dirigentes alineados con el actual mandamás de Viamonte 1366.
En diálogo con PERFIL, Luis Fernando, el hijo que motoriza apoyos para su padre, asegura que en esta recta final, el trabajo se intensifica. “El contacto con dirigentes es permanente. Te plantean problemas y los tratás de ayudar. Escuchás sus necesidades, hay mucho laburo de contención”, describe. El rol asistencialista, en el fútbol argentino, muchas veces surte efecto.
Si el tinellismo se hace fuerte entre los clubes de Primera, algo que se trasluce en los directivos más cercanos al conductor televisivo, en la vereda de Segura, los hombres que intentan llevarle votos están más ligados al grondonismo, por edad y por historia. Derito quizás sea el caso más emblemático. El sanjuanino, que supuestamente le consiguió a Segura ocho de los diez votos del Consejo Federal, reemplazó a Roberto Fernández, quien fue despedido tras anunciar su decisión de apoyar a Tinelli. En esa órbita de la AFA, como en tantas otras, los operadores de Tinelli y Segura buscarán, voto a voto, asegurarse la victoria.
La necesidad de llegar a los 38
En las elecciones de AFA no hay encuestas, pero sí especulaciones sobre a quién votará cada club. Del lado de Tinelli, aseguran que tienen entre 44 y 46 votos; del de Segura, afirman que su piso no baja de los 42. Quienes van seguido a la AFA aseguran que el actual presidente tiene un par de votos de ventaja. Este jueves, en el predio de Ezeiza, el ganador deberá contar, al menos, con el voto de 38 de los 75 asambleístas (treinta de Primera, 12 de la B Nacional, diez de la B Metropolitana, seis de la Primera C, cinco de la Primera D, dos del Federal A y diez de las ligas del Interior).
En estos días hubo algunos cambios que desconcertaron a ambos espacios. Rosario Central, por ejemplo, le retiró su apoyo a Segura tras la mala actuación del árbitro Diego Ceballos en la final de la Copa Argentina. Los dirigentes aludieron que la presión de los hinchas hizo declinar su adhesión al oficialismo. En La Plata sucede algo similar. La dirigencia de Gimnasia –condicionada por los hinchas– le quitó su apoyo a Tinelli tras el anuncio de que desea a Juan Sebastián Verón como responsable de la Selección.