El Bielsa Day, como la prensa italiana había bautizado al 9 de julio, el día en que supuestamente iba a dirigir su primera práctica en la Lazio, se adelantó y fue ayer, aunque la noticia cambió sustancialmente: el técnico argentino renunció a la conducción técnica del equipo antes de asumir. Su decisión despertó la furia del presidente del club, Claudio Lotito, quien aseguró que podría iniciarle acciones legales, algo que Bielsa contrarrestó con una serie de argumentos sólidos: alegó, en un comunicado, que renunció porque el club no logró incorporar a ninguno de los siete refuerzos pactados en el programa de trabajo firmado por las dos partes, y también remarcó, para despejar suspicacias, que no tiene ninguna oferta de la Selección argentina. El miércoles, Lazio había anunciado la contratación del ex entrenador de Athletic de Bilbao y Olympique de Marsella, entre otros, y había adelantado, además, que el Loco tomaría hoy las riendas del equipo en el que actúan Lucas Biglia y Santiago Gentiletti. Pero ayer, luego de que se conociera su decisión, Bielsa contó que la resolución del club de hacer público el contrato a pesar de sus incumplimientos fue otro de los factores de su renuncia. El miércoles, acaso, fue cuando empezó a madurar su adiós. “Observamos con sorpresa la dimisión del Sr. Marcelo Bielsa, también en nombre de sus empleados, en clara violación a los compromisos adquiridos con los contratos firmados la semana pasada y regularmente depositadas en la Liga y la FIGC (Federazione Italiana Giuoco Calcio)”, informó ayer a la mañana el club romano en un comunicado oficial. Y agregó: “La Sociedad se reserva todas las acciones para proteger sus derechos”. Pero por la tarde, Bielsa difundió su versión de la historia. Enfatizó en que decidió terminar la corta relación con Lazio por el retraso en las incorporaciones: “Por mi estilo de trabajo necesitaba contar con los futbolistas en tiempo y forma para entrenarlos”, afirmó en un comunicado, que además intentó zanjar una futura disputa judicial: “Enviaremos en breve la documentación legal que certifique las renuncias. Entiendo que ustedes informarán esta decisión a los medios. Sólo si es necesario brindaré algún tipo de aclaración pública”, finalizó el técnico rosarino. El desaire de Bielsa enseguida generó especulaciones relacionadas a la Selección argentina, que esta semana se quedó sin técnico tras la dimisión de Gerardo Martino. Sin embargo, la crisis que atraviesa la AFA hace que su regreso al cargo que ocupó entre 1998 y 2004 sea improbable. El técnico aseguró que no tiene “ninguna otra opción laboral alternativa”, en sintonía con lo que un rato antes había declarado su ex ayudante de campo, Claudio Vivas: “Es imposible que Bielsa dirija al seleccionado. A menos que cambie todo del día a la noche, que empiece de cero”, opinó Vivas en radio La Red. Sin Lazio en el horizonte, Bielsa volverá a su campo en Rosario, a la espera de una oferta que, tarde o temprano, lo hará volver a dirigir.
