Boca sale de una y se mete en otra. Luego de la escandalosa eliminación de la Libertadores y del aislamiento de su primer equipo, en el club asoma otro conflicto: el delantero Sebastián Villa no se presentó ayer al entrenamiento en el predio de Ezeiza para forzar su salida.
El colombiano entendió que esa era una buena estrategia para inducir al club a que acepte la oferta que hizo el Brujas de Bélgica. La entidad europea ofreció 7 millones de dólares más otros 2 por objetivos a cumplir y un porcentaje de una futura venta, pero la dirigencia de Boca pretende más dinero. El futbolista colombiano –que espera un juicio oral por violencia de género– tiene una cláusula de rescisión de 40 millones.
El presidente xeneize, Jorge Amor Ameal, dijo que por el momento “no hay sanciones”, aunque admitió que se analiza en diversos planos: “El tema Villa lo tiene el departamento jurídico nuestro. Estamos a la espera y trabajando en función de que esto se pueda resolver”, señaló Ameal en una conferencia de prensa en la cual se presentó a Juan Ramírez.
Acerca de Villa, Jorge Bermúdez, uno de los integrantes del Consejo de Fútbol, manifestó: “Nuestra función es estar acá, compartir con nuestros jugadores, rodearlos de la mejor manera, hacer nuestro trabajo para que no les falte nada y estén al día. Las situaciones de cada jugador tienen que ser asumidas por ellos y no nos podemos hacer cargo nosotros”.
En la noche del jueves se supo que el jugador colombiano tomó la decisión de irse de Boca, aunque el club no había aceptado el ofrecimiento belga. Después de la práctica, Villa se despidió del cuerpo técnico liderado por Miguel Ángel Russo y de sus compañeros, y retiró sus pertenencias del vestuario de la Primera.
Lo hizo a modo de represalia porque el Consejo de Fútbol había rechazado una nueva oferta del Brujas. El contrato que lo une a Boca vence el 31 de diciembre de 2024.
Ramírez, presentado. La buena noticia del día para Boca fue la presentación oficial de Juan Ramírez, que aseguró sentir “el privilegio” de estar en la entidad de la Ribera, a la vez que contó acerca de la “muy buena” relación que tiene con Juan Román Riquelme y evitó hablar de su conflictiva salida de San Lorenzo.
“La verdad es que a cualquier jugador le gustaría estar en Boca y yo tengo el privilegio de estar acá. Hay que tratar de disfrutarlo y dejar todo en el lugar que me toque para aportar al club”, expresó en una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado por Ameal y Bermúdez.
Al ser consultado acerca de su vínculo con Riquelme, dijo: “Con Román tengo una relación muy buena. Compartí un plantel en Argentinos y tuvimos el privilegio de ascender. Hablamos bastante, de la familia. Hubo un llamado pero para hacerme saber que había oferta y que el club me quería”.
