En medio de la escandalosa crisis que atraviesa River Plate, el presidente José María Aguilar, aseguró sin ruborizarse que " no conocía al barrabrava del club Gonzalo Acro", asesinado el jueves de la semana pasada. El dirigente insistió además en que no va a renunciar, porque a su juicio, River no tiene nada que ver con la sangre que corre entre sus hinchas, dentro y fuera del Monumental.
Aguilar admitió que conoce a Alan Schlenker y Adrián Rousseau, los dos líderes enfrentados de la barra "Los Borrachos del Tablón", pero respecto a Acro señaló "nunca lo ví, ya que trabajaba en una parte del club a la que no tengo acceso". La frase exime de mayores comentarios." De los últimos años cuando iba a la tribuna conozco a Alan (Schlenker) y Adrián (Roussaou) porque ambos vienen al club desde hace muchísimo tiempo, yo también", afirmó Aguilar, que agregó: "Creo que uno de los dos ejercía una actividad deportiva que tenía que ver con las artes marciales en el club, porque durante muchos años de mi vida yo venía a almorzar y a la confitería, generalmente nos cruzábamos y fundamentalmente por verlos en la cancha".
El dirigente pasó buena parte de la conferencia de prensa asegurando que el club que comanda está "firme" en lo institucional y al ser consultado acerca de los problemas de la institución solo se limitó a realizar un discurso en el cual autoelogiaba lo realizado dirigencialmente. No explicó por qué un club que está tan "firme en lo institucional" lleva dos fechas sin jugar, ya que no hay cómo asegurar que sus hinchas no se maten en la calle o la tribuna. Los mismos hinchas que ya se enfrentaron a puñaladas y balazos en los propios quinchos del Monumental y fueron atendidos en la enfermería del estadio, sin que nadie luego recordara esos episodios cuando la justicia quiso investigar.
"La situación de River es particular, pero el fundamento de River es tan fuerte que puedo renunciar yo y toda la Comisión Directiva, que el club tiene un fortalecimiento político tan fuerte que puede seguir a lo largo de la historia y por eso estamos orgullosos", argumentó.
Aguilar llegó ayer por la mañana a Buenos Aires procedente de Suiza y se abstuvo de hablar con la prensa. El presidente del club de Nuñez no hizo declaraciones sobre la delicada situación que atraviesa la institución luego del asesinato del hincha Gonzalo Acro y la denuncia penal que deberá enfrentar en los próximos días.
Alrededor de las 17, Aguilar se reunó en Casa de Gobierno con el ministro del Interior, Aníbal Fernández y con el presidente de San Lorenzo, Rafael Savino.
Al retirarse de la Casa Rosada, Savino dijo que la reunión fue para dialogar acerca de la seguridad del partido del domingo, el cual finalmente se jugará a las 14 y no a las 16:10.
"Se adelantó el horario del partido a las 14 para mayor seguridad y el encuentro va a estar controlado por casi 800 efectivos. Nos reunimos para ponernos de acuerdo con Aguilar y está garantizada la seguridad. También se aplicará el derecho de admisión", aseveró Savino.
"No voy a hacer declaraciones", fueron las palabras de Aguilar ante el primer periodista que se le acercó en su llegada al aeropuerto Internacional de Ezeiza procedente de Frankfurt, luego de habar pasado unos días en Suiza.
Aguilar había viajado el sábado a la mañana, antes de conocer la suspensión del partido entre River y Newell's. En su regreso al país, deberá enfrentar una denuncia penal que el abogado Marcelo Parrilli presentó en su contra por supuesta violación a la ley que sanciona la violencia en estadios deportivos.
Parrilli cargó contra la cúpula dirigencial del club de Nuñez porque asegura que desde allí se financia a Los Borrachos del Tablón, la barra brava riverplatense, por medio de la cesión de entradas de favor y hasta porcentajes de ventas de jugadores.
El máximo dirigente millonario viene manteniendo silencio tras el asesinato de Acro y sólo en una conferencia de prensa anterior habían hablado otros dos dirigentes de la Comisión Directiva, horas después del ataque.