La Iglesia católica italiana quiere levantar la devaluada imagen del fútbol italiano luego de los escándalos de los últimos años. Esa habría sido la razón por la cual eligió comprar el Ancona, un equipo que supo militar en la Serie A del calcio, pero que ahora se encuentra en la categoría C1, y que se convertiría así en una especia de modelo de limpieza dentro de la cancha.
"Deseamos resaltar el verdadero significado del deporte", dijo el presidente del Centro Deportivo de la Conferencia Episcopal Italiana (CSI), Edio Constantini, para quien " el fútbol debe volver a ser un instrumento de la educación y no apuntar a intereses económicos".
Junto con un grupo de católicos adinerados, el CSI adquirió el 80 por ciento del Ancona de la tercera división del fútbol italiano, reveló hoy el diario italiano La Stampa.
El "equipo de los curas" es el primer club de Italia que se autoimpuso un código ético para poner un freno a la violencia e intolerancia que afectan al calcio. Así, los jugadores que cometan faltas graves o que llamen la atención por malas actitudes deberán prestar varias horas de trabajo para fines benéficos.
Para los seguidores del Ancona, hace un tiempo en la primera división y hoy líder de la Serie C1, la operación también tiene sus beneficios: las entradas cuestan menos que en otros clubes, aunque para obtenerlas los tifosi deben renunciar a exhibir pancartas que ofendan al adversario.
Las eventuales ganancias se destinarán a proyectos en países en desarrollo. El cardenal Secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, está entusiasmado con la iniciativa de los obispos. Su objetivo es ahora contar con un equipo propio del Vaticano que juegue en la Serie A.
Fuente: DPA
