En su afán por querer elogiar el juego del enganche xeneize Juan Román Riquelme, el entrenador de
Atlas de México, el argentino Miguel Ángel Brindisi, utilizó una frase que, en el marco de la
historia del jugador, sonó poco feliz.
Tras calificarlo como "
uno de los mejores del mundo", Brindisi aseguró, bromeando, que
"raptarlo es la mejor manera de que no haga nada, pero no lo vamos a hacer".
La expresión podría haber quedado en un simple chiste, de no ser porque en el 2002,
el crack sufrió el secuestro de su hermano Cristian, que fue liberado sano y salvo
luego del pago de 160.000 dólares.
A pesar del desliz, Brindisi se deshizo en elogios para Román y para el club de la Ribera, de
cara al partido del jueves por la primera fase de la Copa Libertadores entre Boca y el Atlas de
México.
"
No le vamos a hacer marca personal ni por zonas. Es un jugador de los grandes del
fútbol del mundo y del que se tiene que cuidar mucho la defensa, aunque sus demás compañeros
también juegan", declaró Brindisi al sitio Mediotiempo.
El entrenador argentino, ex jugador y técnico de Boca, afirmó que
es un placer para él volver a la Bombonera. "Es un club que considero mi casa y,
su estadio, es la catedral del fútbol", dijo. "Para mí es volver a los afectos. Es un club donde
tengo amigos, recuerdos, cosas que son muy cercanas", agregó.
La delegación del equipo "rojinegro" emprenderá este martes el vuelo a Buenos Aires, para
alojarse en un hotel, a metros de la Plaza de Mayo.