Como muchísimas otras personas en Argentina y en el mundo, Marcelo Tinelli está trabajando en su casa de Esquel desde que comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio. Ya avisó en su momento, cuando recibía críticas por haberse ido de Buenos Aires: “Hace 22 años que tengo casa acá y vine a hacer la cuarentena con mi familia. Voy a cumplir con mis obligaciones laborales de manera home office”.
Pero a diferencia de lo que le sucede a la mayoría de argentinos, el home office de Tinelli es de lo más diverso: al mismo tiempo en que recalcula la vuelta a su programa televisivo, el presidente de San Lorenzo negocia a distancia una reducción en los sueldos más altos del plantel azulgrana y, a la vez, habla con los diferentes dirigentes de clubes que quieren adherirse al programa de Recuperación Productiva (Repro), relanzado por el Gobierno en medio de la pandemia para ayudar a pagar los sueldos de los empleados y empleadas de cada institución.
Como presidente de la Superliga (y de la futura Liga Profesional), Tinelli está en permanente contacto con Claudio “Chiqui” Tapia y su entorno para intentar darles curso a las ayudas ya anunciadas por el Estado, o bien para proponer un plan de asistencia hecho a la medida de los clubes. Desde AFA se vienen quejando de que los requisitos son muy difíciles de cumplir para la mayoría de las instituciones.
En Viamonte 1366 ya no diferencian entre la organización del torneo de Primera (ahora Superliga, dentro de poco Liga Profesional) y AFA. “Es lo mismo”, explican. Y también cuentan el rol de Tinelli en este contexto de pandemia y una crisis económica que ya empieza a sentirse: “Marcelo contiene a muchos dirigentes de clubes, como también está buscando acuerdos más específicos con el Estado. Créditos accesibles, tasas diferenciales sin mayores requisitos, ya que son asociaciones civiles sin fines de lucro”, le subrayan a PERFIL.
La negociación de Tinelli es con distintos funcionarios del Ministerio de Trabajo, justamente el área que direcciona y otorga estos beneficios pensados inicialmente para empresas, y después extendidos para otro tipo de organizaciones como clubes y federaciones. “Pero más allá de que en lo formal es con Trabajo, el que está trabajando mucho para resolver obstáculos y diferentes situaciones es Lammens”, apunta un dirigente de uno de los clubes grandes. Lammens, además de ser el ministro de Turismo y Deportes, es el actual vicepresidente segundo de San Lorenzo.
El club de Boedo también es uno de los que se inscribieron en el programa Repro en busca de una ayuda para afrontar el pago de los 614 empleados que tiene en la actualidad. Ese es uno de los objetivos para estos días: por eso Tinelli dirige videoconferencias con las diferentes áreas del club todas las semanas por Zoom y Google Meet, y está activo en el grupo de Whatsapp que tiene la comisión directiva azulgrana. “Es cierto que está lejos, pero en este contexto es lo mismo: no está trabajando al 100, sino al 1000 por ciento”, describe uno de sus integrantes. Una manera de sintetizar el día a día de Tinelli en Esquel, al menos en lo referido a sus actividades vinculadas al fútbol y al gran negocio que implica ese deporte, hoy paralizado y en crisis, como casi todo el mundo.