A pesar de que se convierta de villano a ídolo, o viceversa, a la velocidad del satélite, Juan Román Riquelme -figura del seleccionado argentino en el partido ante Chile-, siempre mantiene la tranquilidad al momento de analizar su fútbol.
"Tengo suerte de estar anotando seguido", comentó escuetamente el número diez de la Argentina, quien no es tenido en cuenta por el modesto Villarreal de España, que consiguió sus mejores campañas de la historia, justamente, cuando Riquelme era su conductor.
Tal vez molesto por su permanente aparición en la primera plana de la información deportiva (no jugaba profesionalmente desde julio), el mediocampista manifestó frente a la prensa que "los problemas que quieren armar son cosas de ustedes (por los periodistas). Yo no tengo problemas con nadie".
Para Riquelme -quien en ningún momento nombró al entrenador trasandino del Villarreal, Manuel Pellegrini, que no lo tiene en cuenta-, la Argentina "ha ganado merecidamente, siempre tratando de jugar bien al fútbol y cuidar la pelota. Se ha jugado bien", evaluó.
Sobre la instancia de las Eliminatorias, Riquelme sostuvo que "todos los rivales son complicados, pero la Argentina de local es favorito y hay que ganar" y concluyó en que el objetivo es "tratar de clasificar para el mundial lo antes posible".