Como una de las pioneras en la lucha por la profesionalización del fútbol femenino en la Argentina que venimos dando desde hace muchos años, vivo con mucha alegría y felicidad este momento histórico. En realidad, pensé que no lo iba a vivir, que no iba a suceder.
Se dio un gran paso hacia la profesionalización del fútbol femenino porque, a partir de ahora, es semiprofesional, ya que en un equipo solo hay ocho jugadoras con contratos. Se avanzó, y mucho, aunque también es cierto que falta, y mucho. Hay que seguir trabajando.
Lo ideal sería que exista un fútbol federal profesional. Es absolutamente necesario e imprescindible salir de la provincia de Buenos Aires. La deuda con el interior viene desde hace tiempo. En el interior del país hay muchísimas y excelentes jugadoras que podrían darle el gran empujón que nos está faltando, no solo para conformar equipos competitivos en la Primera A, sino para poder ir construyendo y alimentando las categorías menores. De esa manera, se alimentaría a las selecciones, tanto la mayor como las juveniles.
Nuestro fútbol tiene otra impronta, se respeta y se cuida al rival (sin ellos no hay competencia), somos sororas entre nosotras jugadoras, directoras técnicas, árbitras.
Seguimos en lucha y avanzando para que realmente el fútbol femenino esté en el lugar que todas queremos y por lo que venimos luchando desde hace muchos años. La vamos a seguir peleando hasta que todas las jugadoras sean profesionales”.
*Ex futbolista, manager de Estudiantes de La Plata.
