El tenis argentino pudo celebrar ayer la clasificación a octavos de final de Roland Garros, con muy buenas sensaciones, de sus dos estrellas nacionales, Juan Martín del Potro y Diego Schwartzman, que ya están entre los dieciséis mejores del cuadro masculino. Del Potro resolvió bien ante el español Albert Ramos (36º), por 7-5, 6-4 y 6-1, mientras que Schwartzman se impuso al croata Borna Coric (40º) por 7-5, 6-3 y 6-3.
Ahora Del Potro tendrá que verse en octavos contra el estadounidense John Isner, mientras que Schwartzman se cruzará con el séptimo de la ATP, el sudafricano Kevin Anderson. Los dos partidos serán mañana desde las seis de la mañana.
Esta edición es ya la mejor para Argentina en París desde hace seis años, cuando en 2012 también hubo dos jugadores albicelestes en octavos, Del Potro y Juan Mónaco. Este último se quedó en esa ronda y la Torre de Tandil llegó a cuartos, donde le cerró el paso el suizo Roger Federer en un partido que se decidió en cinco sets. Entre 2013 y 2016 no hubo argentinos en los octavos de final, una ronda que sí pudo alcanzar el año pasado Horacio Zeballos, derrotado entonces por el austríaco Dominic Thiem.
En esta edición de Roland Garros, Argentina había tenido una histórica primera ronda, con siete clasificados a la segunda entre los ocho participantes, todos salvo Leonardo Mayer. Pero en la segunda etapa se quedaron cinco jugadores (Federico Delbonis, Guido Andreozzi, Marco Trungelliti, Guido Pella y Horacio Zeballos), que dejaron solos a Del Potro y Schwartzman, sexto y duodécimo del ranking ATP, que en la tercera ronda saldaron con triunfos convincentes sus respectivos partidos.
El balance para los dos es espléndido en este Roland Garros: tres victorias sin sufrir, con todos los sets ganados en el caso de Schwartzman y únicamente uno perdido por Del Potro, en la primera ronda, que comenzó con cierto temor por su estado físico, después de haber llegado a París en duda por una lesión en el aductor izquierdo.
El número 1 no afloja.
El español Rafael Nadal resolvió una vez más en tres sets en Roland Garros, esta vez en la tercera ronda ante el francés Richard Gasquet (32º del mundo) por 6-3, 6-2 y 6-2, con lo que accedió a octavos de final. Nadal no tuvo excesivos problemas para deshacerse de Gasquet, un jugador apenas 16 días menor que él y con el que mantiene una amistad desde su etapa de junior.
El mallorquín se destacó pronto 5-0 en el marcador y Gasquet reaccionó, pudiendo acercarse 5-3 tras un quiebre de servicio, pero Nadal cortó la reacción cerrando la manga 6-3. En la segunda, Nadal logró distanciarse 3-0, también tras un break, y llevó en todo momento el control hasta el 6-2, antes de un tercer set igualmente cómodo para el español (6-2).
Tras la victoria, Nadal le prestó una raqueta a uno de los alcanzapelotas, Leo, que intercambió con ella unos golpes contra su ídolo en la pista central.
Nadal eleva ahora oficialmente a 34 su racha de sets seguidos ganados en Roland Garros, todos desde su derrota ante el serbio Novak Djokovic en los cuartos de final de la edición de 2015. Ha mejorado ya la mejor racha que tenía en Roland Garros, que era de 32, entre 2007 y 2009. Solo el sueco Björn Borg tiene una serie mejor en París, con 41 sets ganados entre 1979 y 1981.