Esta semana, más de 140 organizaciones reclamamos ante la Presidenta de la Cámara de Diputados y quienes presiden las Comisiones de Recursos Naturales, Agricultura y Ganadería y Presupuesto por la realización de un Plenario de Comisiones, con participación social, para que el proceso legislativo avance con la mayor celeridad posible.
Los incendios se recrudecen por estas semanas en el Delta del Paraná, y se sigue profundizando el estado de emergencia en el que se encuentran los humedales, mientras desde las organizaciones sociales y ambientales reclamamos hace más de diez años por una ley que los proteja.
En este contexto de incendios y de crisis climática y ecológica, es urgente que las autoridades ambientales provinciales y de la Nación dialoguen, articulen y coordinen para detener y revertir la emergencia socioambiental del Delta. Esta es una demanda que empujamos desde FARN junto a incontables organizaciones del país.
La importancia de los humedales
Los humedales son uno de los tantos ecosistemas que existen a lo largo del mundo. Argentina tiene un 21,5% de su territorio cubierto por humedales. Son una gran fuente de agua dulce que es un elemento central para todas las formas de vida en la tierra. Son fuente de alimentos y medicinas, y sostienen los medios y modos de vida de comunidades enteras.
Lamentablemente, en los últimos tres años los incendios en toda la región se vienen incrementando de manera drástica. Entre 2020 y 2021, en el contexto de una prolongada bajante extraordinaria del Paraná y el agravamiento de la sequía, se quemaron más de 700.000 hectáreas del Delta e islas del Paraná. En 2022, de acuerdo a datos elaborados por el Museo A. Scasso, hasta el 14 de agosto ya se quemaron 131.105 hectáreas.
Ley de humedales ya
Exigimos una Ley de Humedales, pero no cualquier ley. Apoyamos el proyecto consensuado en Diputados que espera ser votado desde 2020, actual Proyecto 0075-D-2022. Este texto fue nuevamente presentado el 2 de marzo pasado y propone el andamiaje institucional, definiciones y herramientas necesarias para detener y revertir de manera efectiva la emergencia que atraviesan los humedales y protegerlos.
Pese a que ya existía un proyecto de Ley presentado y consensuado por todas las organizaciones, el Consejo Federal de Medio Ambiente impulsó un nuevo proyecto, el cual no contó con la participación y aportes de organizaciones y actores de la sociedad civil. Es un articulado que degrada el texto unificado de manera participativa durante 2020.
Entre sus principales retrocesos está la falta del rol de liderazgo que debe asumir el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en la implementación de las normas. Además, favorece el involucramiento de los actores territoriales concentrados, prioriza los intereses productivos de las provincias en desmedro de la conservación efectiva de estos ecosistemas, y una falta de plazos para la incorporación de los humedales en el ordenamiento ambiental del territorio, entre otras carencias respecto al proyecto inicial.
El proyecto de Ley de Humedales presentado por las organizaciones permitiría poner fin a la falta de control que genera su degradación, promovería el tan necesario proceso de ordenamiento ambiental de los humedales y ratificaría por ley un inventario nacional de humedales para contar con información científica importante para la toma de decisiones. Además, implica la creación de un fondo para su restauración y promover otras acciones en defensa de los humedales.
Con la certeza de que la preservación de los humedales es un paso hacia adelante en la defensa de los derechos ambientales de las personas, desde la organizaciones convocamos a una Acción Plurinacional por los Humedales los días 3 y 4 de septiembre. Es un reclamo ciudadano cuyas consecuencias nos afectan a todos, aunque estemos a cientos de kilómetros de los incendios. El cronograma de acciones y los puntos de encuentro en todo el país se difundirá al público general en los próximos días.
Es el deber de nuestros representantes en el Congreso Nacional el proveer a la protección del derecho humano a un ambiente sano, digno y diverso, legislando en resguardo de nuestros ricos y diversos humedales, fuentes de vida. Por el bien común del pueblo, por los sectores de la sociedad en mayor vulnerabilidad, y las presentes y futuras generaciones.
*Ana Di Pangracio es abogada especializada en Derecho Ambiental y Directora ejecutiva adjunta de FARN