ECOLOGíA
#GeneraciónRestauración

Día del Medioambiente: ONU propone que restauremos los ecosistemas de cara al 2030

A casi 50 años de su creación y el aumento de los desastres ecológicos, la ONU lanza el Decenio de la Restauración de Ecosistemas 2021-2030 La apuesta es que nuestra capacidad regenerativa sea tan potente como la destructiva.

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El país andino debe redoblar sus esfuerzos y cumplir con las recomendaciones emitidas. | Biblioteca de fotos de Naciones Unidas y Cedoc Perfil

Un día como hoy en 1972 se inauguraba la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, también conocida como la primera Cumbre de la Tierra. Este evento, realizado en Estocolmo, introdujo en la agenda política internacional la alerta acerca del estado ambiental global. Luego de varios días reunidos, los participantes redactaron la Declaración de Estocolmo exhortando a que los pueblos del mundo preserven y mejoren el medio ambiente. A su vez, este encuentro dio origen al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), oficina que hasta el día de hoy lidera a nivel mundial la promoción del desarrollo sostenible.

En conmemoración a ese día, es que se celebra todos los 5 de Junio el Día Mundial del Medio Ambiente. Y este año cobra una relevancia especial. Con el lema "Reimagina, recrea, restaura", la ONU está lanzando el Decenio de la Restauración de Ecosistemas 2021-2030, bajo el liderazgo del PNUMA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Durante este lapso se convoca a organizaciones de toda índole e individuos a “abordar medidas para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todos los continentes y océanos; así, se puede ayudar a erradicar la pobreza, combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva.” (ONU, 2021)

¿Qué nos dice este decenio acerca del estado del Medio Ambiente y acerca de lo que ocurrió desde la Primera Cumbre de la Tierra? Que en estos casi 50 años, no sólo no se consiguió frenar nuestros impactos negativos sino que éstos se agravaron. Si en esta Cumbre se llamaba a los pueblos a detener el daño, hoy lo que se reclama es aún más ambicioso. Es necesario revertirlo y ayudar a sanar la naturaleza para que pueda regenerarse por sí sola.

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Según datos de Naciones Unidas, se pierden más de 4,7 millones de hectáreas de bosques por año, una superficie equivalente al tamaño de dos veces la provincia de Tucumán. Casi el 80% de las aguas residuales del mundo se vierten sin tratamiento previo a nuestros ríos y océanos. A nivel local, nuestro país se encuentra entre los 10 países que más desmontaron en las últimas tres décadas. Perdimos un patrimonio de alrededor de 8 millones de hectáreas de bosques, el equivalente a la superficie de la provincia de Entre Ríos, según Greenpeace Argentina.

Aunque para algunos estos datos no sean resonantes, vale recalcar que esto no es un problema de la naturaleza. Nos impacta a nosotros directamente. Cuando los ecosistemas son poco saludables, aumentan los perjuicios para la humanidad. Los suelos son menos fértiles, los medios de subsistencia se empobrecen, disminuyen las reservas de gases de efecto invernadero, aumentan las enfermedades zoonóticas y crece el riesgo de desastres naturales.

Lo que a la naturaleza le llevó millones de años de evolución crear, nosotros lo estamos destruyendo en tan solo unos cuantos siglos desde la revolución industrial.

La apuesta de este Decenio es que nuestra capacidad regenerativa sea tan potente como la destructiva. Y que como seres humanos podamos poner en acción nuestro impulso sanador con el mismo ímpetu. Este es un llamado para que nos convirtamos en la #GeneraciónRestauración.

De qué manera participar

En este Decenio la ONU intentará construir una plataforma que potencie y conecte las acciones de los gobiernos, empresas, sociedad civil y comunidades locales para multiplicar las iniciativas. Con un enfoque en los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes, se centrará en proveer los mejores métodos para diseñar, implementar, monitorear, y sostener estos proyectos. Porque la invitación a participar es para todos. La manera de hacerlo varía según el actor y la escala.

Para el ciudadano que se quiere involucrar de manera individual, el PNUMA publicó sus recomendaciones: iniciar o apoyar un proyecto de restauración sobre el terreno; tomar decisiones inteligentes, como comprar productos sostenibles y cambiar la propia dieta; y alzar la voz en apoyo. Para acompañar este proceso publicó la Guía Práctica para la Restauración.

Las empresas tienen un rol fundamental. Dentro de los principios que las pueden guiar están: transformarse en organizaciones de triple impacto que además del rédito económico generen beneficios sociales y ambientales; y, establecer procesos siguiendo parámetros de economía circular.

Quienes hoy actúan como punta de lanza son las organizaciones de la sociedad civil. Hace varios años que están trabajando de manera casi heroica, con fondos limitados y poco reconocimiento. Sus acciones son fundamentales porque investigan, comunican, impulsan leyes, denuncian delitos ambientales, y llevan adelante proyectos concretos de restauración. A ellas les debemos mucho porque actúan como los guardianes de nuestra casa común.

El Estado es el actor clave. Puede y debe apuntalar al sector privado e impulsar aún más al de la sociedad civil. Para lograr esto puede: actualizar la normativa vigente; establecer controles efectivos; proveer incentivos y financiamiento; invertir en investigación y en desarrollo de capacidades; y, educar para que las próximas generaciones sean los embajadores de los ecosistemas.

Todos podemos participar, no es necesario ser ambientalista. Lo fundamental es cambiar nuestro entendimiento del lugar que ocupamos en el planeta para transformar nuestras acciones. Es momento de recordar que somos parte de la red de vida planetaria. Lo que le hacemos a la tierra nos lo hacemos a nosotros mismos. La buena noticia es que todavía estamos a tiempo. La mala, es que probablemente ésta sea nuestra última oportunidad. Tenemos 10 años para poner en marcha esta tarea épica.