En las últimas semanas, se observó la presencia de elefantes marinos en algunas playas de Mar del Plata y otras zonas de la Provincia de Buenos Aires. El Grupo de Mamíferos Marinos de la Universidad Nacional de Mar del Plata y la Fundación Fauna Argentina proporcionaron explicaciones sobre las razones detrás de estas apariciones y ofrecieron recomendaciones al respecto.
Juan Lorenzani, representante de la fundación dedicada a la fauna costera de Mar del Plata, destacó que estas apariciones son recurrentes año tras año, con registros documentados desde finales de la década del '80.
Al distinguir a los elefantes marinos de los más conocidos lobos marinos, explicó: "La diferencia principal está muchas veces en el tamaño, suelen medir mucho más que un lobo y pesar 4 toneladas y su coloración es gris. Se desplazan distinto, con un movimiento ondulatorio con el cuerpo, sin usar aletas, y no poseen pabellón auditivo, porque pertenecen a la familia de las focas".
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Una de las distinciones clave respecto a los lobos marinos está directamente relacionada con uno de los motivos por los cuales suelen descansar en tierra: los elefantes marinos son considerablemente más "oceánicos". Llevan a cabo migraciones extensas y utilizan diversos puntos a lo largo de la costa para reponer energías, sin depender necesariamente de un apostadero o colonia específica.
Además, en ocasiones adicionales, suelen desplazarse para llevar a cabo la muda de piel, un procedimiento que suele llevarles aproximadamente un mes.
Por lo tanto, recalcó que generalmente se observa la presencia de ejemplares jóvenes y subadultos de elefantes marinos en las playas, tanto hembras como machos. “Elefantes marinos adultos prácticamente no hay registros”, aclaró.
Cómo accionar
"Cada vez que sale un pinnípedo -sea lobo o elefante marino-, despierta un alerta en la gente y se preocupa de una forma innecesaria: lo ven como un hecho aislado, porque creen que necesita estar en el agua o está enfermo. Estos animales son muy migratorios y cuando salen es cuando necesitan descanso, y ellos tienen toda la costa como su ambiente natural", señaló Lorenzani.
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En ese sentido, subrayó que es necesario que la gente "se concientice" respecto a que "no es necesario tocarlos, levantarlos, echarles agua, tirarles arena u ofrecerles alimentos".
"Que aparezcan es algo normal, es parte de su hábitat. Es importante que los dejen donde están, que tomen una distancia de 10 a 15 metros, y lo ideal es hacer un cerco perimetral. Disfrutar de su presencia, pero tomando recaudos", aconsejó.
Recomendaciones de la Fundación Fauna Argentina
- La aparición de elefantes marinos en este período es un fenómeno natural y recurrente en los últimos años. Durante esta temporada, los animales experimentan el cambio de pelaje (muda), lo que requiere que permanezcan en la playa.
- La mayor parte de los individuos son juveniles que regresan desde mar abierto a la región de Península Valdés (Chubut) para llevar a cabo la muda. Durante este desplazamiento, tienden a acercarse a la costa, donde descansan por periodos de 3 a 4 días.
- En líneas generales, se hallan en óptimo estado de salud, no requiriendo asistencia veterinaria. No es preciso proporcionarles agua ni alimentos, y no se identificaron ejemplares con síntomas de gripe aviar.
- Ante la presencia de elefantes marinos en playas concurridas, se recomienda tomar precauciones, como evitar el acercamiento, preferiblemente con la instalación de vallados. Además, se aconseja abstenerse de gritos o movimientos constantes alrededor de los animales, proporcionándoles un entorno tranquilo durante este breve periodo de descanso.
- Por último, es importante tener en cuenta que la zona costera de la provincia de Buenos Aires es el hábitat natural de esta especie, por lo que su presencia no demanda acciones específicas ni la necesidad de retirar a los animales.
Se destaca la importancia de comprender que la costa es un entorno natural, y su uso turístico debe ajustarse a la presencia habitual de fauna marina, actuando de manera responsable para respetar su hábitat.
BR/LT
