ECOLOGíA
El Impenetrable

Los tapires en Chaco están bajo estudio para evitar su extinción y propagar su desarrollo

El herbívoro nativo más grande de Sudamérica aún reside en zonas de Salta, Jujuy, Formosa, Chaco y Misiones. Pero su presencia bajó casi un 50% en los últimos años por la caza y la competencia con el ganado doméstico. Ahora estudian su comportamiento.

Tapir
El tapir Arandú junto a su madre, Nena, en Parque Iberá. | RAFAEL ABUÍN

El comienzo del año 2020 nos encontró trabajando en el Parque Nacional el Impenetrable con el mayor mamífero sudamericano en volumen y peso, el tapir (Tapirus terrestris). Nuestra intención era capturar por primera vez en la Argentina a cuatro ejemplares silvestres de esta especie y equiparlos, también por primera vez en nuestro país, con telemetría VHF y GPS con conexión satelital.

El tapir es el herbívoro nativo más grande de Sudamérica, llegando a pesar 300 kg. Es una especie clave ya que su presencia provoca un profundo impacto en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas que habita. Es por esta razón que muchas veces se hace referencia a esta especie llamándola “el jardinero del bosque”. El tapir, al consumir unas plantas más que otras, modela la estructura del sotobosque y, al comer diversos frutos, dispersa sus semillas a grandes distancias. De esta forma, ayuda a la regeneración de los bosques y a mantener su diversidad estructural y de especies.

Su ausencia en las selvas y bosques, donde habitaba, desencadenó procesos que hizo que los mismos se empobrecieran. Posiblemente, esto ocurrió en muchos lugares de nuestro país, donde el tapir ha visto disminuidos su abundancia y distribución de manera significativa.

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Lugares que habitó. Históricamente, el tapir estuvo presente en nueve provincias del norte argentino. Hoy solo subsiste en sectores de Salta, Jujuy, Formosa, Chaco y Misiones y se ha extinguido en Entre Ríos, Corrientes y Tucumán y, muy probablemente, también en Santiago del Estero y Santa Fe.

Algunos naturalistas como Azara, que recorrieron la Argentina en el siglo XVIII, señalaron su presencia hasta en el norte de Buenos Aires, en el Delta del Paraná. Su distribución geográfica se redujo al menos en un 46% en los últimos 100 años, siendo la pérdida de hábitat, la caza y la competencia con el ganado doméstico, las causas principales que provocaron dicha reducción. Es por ello que a escala nacional la especie se encuentra catalogada como “en peligro” de extinción.

En el Parque Nacional El Impenetrable, la población de tapires parece encontrarse en muy buenas condiciones de conservación, observándose a diario senderos que utiliza la especie, marcas de pisadas, deyecciones y, muy frecuentemente, a los mismos individuos, incluso cerca de viviendas habitadas por personas. Sin embargo, el conocimiento sobre distintos aspectos de la biología de esta especie en el parque es escaso o directamente nulo, especialmente en lo que refiere a desplazamientos y abundancia.

Es por esta razón que, desde hace más de un año, el equipo de la Estación de Campo el Teuco de Rewilding Argentina se encuentra realizando un estudio de abundancia relativa de esta especie en el Parque Nacional El Impenetrable. El estudio se realiza con trampas cámara y ya hemos podido determinar que la abundancia del tapir se encontraría entre los rangos más altos detectados para la especie. Incluso, hemos podido identificar a varios ejemplares a través de marcas distintivas que presentan en el cuerpo.

Sin embargo, y al igual que sucede con muestreos realizados con cámaras trampa en otros países a lo largo de su área de distribución, pareciera que la detectabilidad de la especie en las cámaras varía mucho entre años y entre estaciones.

Por esta razón, es que decidimos profundizar los conocimientos de la especie y, a partir de este año, utilizando trampas lazo, capturamos cuatro tapires adultos y los equipamos con collares con transmisores que portan tecnología GPS/VHF. Estos dispositivos toman las coordenadas de la posición del ejemplar cada cuatro horas y la transmiten a un satélite para que luego la envíe a la Estación de Campo El Teuco. De esta forma, podemos conocer dónde se encuentra cada tapir capturado, su historial de desplazamiento y cuán variable es su área de acción en distintas épocas del año en un lugar con estaciones tan marcadas como el Chaco Seco.

Cuando un Parque Nacional se gestiona bien y posee poblaciones saludables de determinada especie (en este caso el tapir en el Parque Nacional El Impenetrable), no solo conserva a esta especie en un lugar determinado, sino que abre increíbles perspectivas a futuro de contribuir a la conservación de la especie en lugares donde ha desaparecido en tiempos históricos. Quizás los tapires del Impenetrable ayuden a que su especie retorne a alguna de las provincias de donde desapareció por acción del hombre en los últimos 200 años.

*Gerardo Cerón es Coordinador de Rewilding en El Impenetrable, Chaco de Rewilding Argentina