Era la noticia que estaban esperando muchos en el mercado inmobiliario y también en el Gobierno, quienes le ponen fichas a que la exteriorización de fondos no declarados reanime el sector de la compraventa de viviendas, frenado desde que se instauraron restricciones al mercado de cambios.
Ayer, por primera vez, bancos privados canjearon US$ 868 mil mediante la presentación de 11 Certificados de Depósitos de Inversión (Cedin), los instrumentos que se entregan contra los fondos blanqueados.
Por otro lado, ayer se suscribieron 12 nuevos certificados por un total de 968 mil dólares.
Los primeros cuatro Cedin “aplicados”, es decir, cobrados tras la realización de una operación inmobiliaria, fueron canjeados en el Citibank por un total de 400 mil dólares. “El cobro de los primeros cuatro Cedin ‘aplicados’ se produjo en el Citi y se realizó sin ningún tipo de problemas”, indicaron las fuentes. Los otros siete certificados se concretaron a través del BBVA Banco Francés por un monto total de 468 dólares.
En tanto, los 12 certificados suscriptos se llevaron a cabo en Banco de la Nación Argentina y sumaron US$ 968 mil. De esta manera, el total suscripto desde el 1º de julio, cuando se abrió la operatoria que se extenderá hasta el 30 de septiembre, llegó a 3.991 mil dólares.
“Era fundamental que se conociera que quien recibe los Cedin tras una operación inmobiliaria iba a poder hacerse de los dólares sin problemas, porque de esa forma se envía una señal de confianza hacia el sistema”, ponderaron en una inmobiliaria, donde prefirieron no identificarse.
Con la puesta en marcha del blanqueo de capitales el Gobierno apuntó a dos objetivos claros: uno, incrementar el nivel de reservas, golpeadas por la fuga de depósitos y los pagos de deuda, y dos, posibilitar que se concreten compraventas de viviendas, trabadas desde que el año pasado se estableció una pesificación forzosa del sector históricamente operado en pesos.
La Casa Rosada aspira a recolectar unos US$ 4 a 6 mil millones producto del blanqueo, que también incluye la emisión de títulos públicos con la intención de conseguir financiamiento al 4% para inversiones productivas, con el sueño de revertir el déficit energético, origen de la sangría de divisas.