Las ventas minoristas pymes cayeron 17,8 por ciento en agosto, en relación al mismo mes del año pasado, tanto en la modalidad online como en locales físicos, agravado por la estricta cuarentena que hubo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), informó este sábado 6 de septiembre la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
La retracción en el AMBA llegó al 33 por ciento, mientras que en el resto del país fue del 9,4 por ciento y desde que comenzó el año, las ventas minoristas acumulan una caída anual de 30,5 por ciento por las fuertes bajas en el consumo registradas en marzo, abril, mayo, junio y julio, señaló la CAME.
El cumplimiento de los protocolos, los menores ingresos de las familias, los altos niveles de endeudamiento y la menor circulación de gente en las calles, continúan afectando al consumo, aunque muchas ciudades del interior del país hayan normalizado su actividad. En cambio, en el AMBA el aislamiento social, preventivo y obligatorio es más estricto, por lo que la mayor retracción se registró en esa zona, donde las ventas minoristas cayeron 33% porque las restricciones y controles son más severos.
Las ventas minoristas cayeron 17,8% anual en agosto, medidas en cantidades. Incluye tanto la modalidad online como en locales físicos. Pero mientras en la región AMBA la retracción llegó al 33%, en el resto del país fue de 9,4%. Conocé los detalles en https://t.co/X9oEpupHfy pic.twitter.com/MSMKynwywh
— CAME (@redcame) September 6, 2020
En cambio, las ventas minoristas bajaron 9,4 por ciento en el resto del país. Todos los rubros, en mayor o menor medida, finalizaron en baja, incluso aquellos considerados esenciales como alimentos, farmacias o materiales eléctricos y ferreterías.
Según la medición de CAME, el rubro que tuvo una menor caída interanual en el mes fue nuevamente farmacias (-4,9%), siempre medidas en cantidades, ya que las ventas en ese sector se mantuvieron activas incluso en lo peor de la cuarentena.
El rubro de alimentos y bebidas fue el segundo con menor descenso anual en agosto, al registrar un -6,7%. A medida que se abrió la cuarentena y las personas volvieron a circular por las calles, el consumo de esos productos dejó de concentrarse en los grandes supermercados. A su vez, se redujo la compra online y se incrementó la realizada en locales al público.
En tanto, el sector con mayor desplome anual fue el de las relojerías, joyerías y bijouterie con una baja de 38,1 por ciento. "Las ventas en esos comercios hace tiempo que se mantienen con caídas muy profundas", expresa el informe y aclara que "la venta ilegal callejera de esos productos, que a pesar de la cuarentena no se retiró de las calles" incide en la baja de ese indicador.
El otro rubro de mayor caída anual en el mes fue indumentaria (-32%) fue el segundo rubro de mayor caída anual en el mes. La CAME lo adjudica a "la falta de poder adquisitivo de las familias, las menores necesidades de esos productos debido a las estadías largas en el hogar y el cumplimiento de los protocolos que limita la cantidad de gente que puede entrar al mismo tiempo al local", indica el informe y agrega que "en algunos negocios se llegaron a realizar largas colas para ingresar".
Lo mismo ocurrió con calzado y marroquinería, con una retracción promedio de 28,5% anual. Aunque se desaceleró la tasa de caída, sigue siendo significativa. "Poco interés despertaron esos productos en agosto", destaca la institución.
En cuando a los productos para el hogar, las ventas de mueblerías, decoración y textiles cayeron 23,8% anual en el promedio país. La pandemia contribuyó con el consumo de productos nacionales debido a las menores importaciones en ese rubro. Sin embargo, los comercios a cielo abierto volvieron a captar ventas que se estaban concentrando en grandes supermercados.
El estudio, difundido este domingo 6 de septiembre por la CAME, se realizó sobre la base de 1.100 comercios de todo el país, relevados entre el lunes 31 de agosto y el sábado 5 de septiembre por un equipo de 30 encuestadores localizados en las capitales del país, GBA y CABA.