Por las dificultades para conseguir financiamiento depués de las PASO, las agencias de riesgo empiezan a marcar sus reparos sobre el repago de la deuda argentina. Por un lado, Fitch Ratings le bajó la nota a nuestro país de B a CCC, una categoría para países que tienen “riesgos sustanciales”, hay alta especulación o una inminente perspectiva de default con baja posibilidad de recuperación. En igual sentido, Standard & Poors, cambió de B a B- y lo atribuyó a “un perfil financiero vulnerable” por los resultados de las primarias.
Con esa noticia, la Bolsa cerró con una baja del 2%, a contramano de las cotizaciones regionales. Cerró así una baja en pesos del 25% en la semana posterior a las elecciones primarias donde el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, le sacó 15 puntos de diferencia al presidente Mauricio Macri.
“La baja de la nota refleja la elevada incertidumbre después de las primarias del 11 de agosto”, señala el informe de la consultora. Pese a eso, el riesgo país que mide JP Morgan mejoró a 1.658 puntos después de rozar los 2 mil puntos el miércoles.
El resultado de las PASO, que estuvo fuera de las previsiones del mercado y encuestadores, generaron un endurecimiento de las condiciones financieras y el deterioro del contexto macroeconómico. “Hay un aumento de las posibilidades de default y de algún tipo de reestructuración de deuda”, marca el análisis de la calificadora.
Sin condiciones de crecimiento, Fitch proyecta un rojo fiscal del 1% para este año y una caída del PBI de 2,5%. Con la inflación acelerando, los salarios reales seguirán en territorio negativo.
PASO. La lectura del mercado marca que habrá un cambio de políticas a partir de las elecciones de octubre. La devaluación del peso llevó a un aumento de los spreads de deuda soberana. “Es un retroceso para la estabilización macroeconómica y las condiciones para el financiamiento soberano”, agrega el informe de Fitch.
La calificadora apunta a los dichos de campaña para justificar la baja de la nota. “(Alberto) Fernández cuestionó los elementos centrales de la estrategia actual y propuso algún tipo de renegociación del programa con el FMI”, sostiene la evaluación, que lo pone en línea con la gestión de Cristina Fernández de Kirchner. “Fitch no descarta un cambio en las propuestas de la oposición u otras medidas que reduzcan el riesgo de discontinuar esas políticas (las de Macri)”, indica. Pero marca que la credibilidad y la posibilidad de acceso al mercado pueden ser puestas a prueba de forma severa en un contexto de condiciones económicas débiles, alta deuda pública e inflación”.
Entre los riesgos de refinanciación, la firma apunta a las Letes y a las necesidades financieras de 2020. “Pese a los desembolsos del FMI en 2019, puede surgir una brecha para la deuda pública si no logran renovar el stock en Letes, de alrededor de US$ 24 mil millones”, marca Fitch, que agrega que la mitad está en dólares y tres cuartos vencen a fin de año. Cancelar las licitaciones esta semana se tomó como una señal de la dificultad para renegociar los vencimientos.
“Los riesgos de la sustentabilidad de la deuda aumentaron con la devaluación, ya el que el 80% de la deuda está en moneda dura”. A eso agrega las dudas sobre las metas fiscales, que se estuvieron cumpliendo hasta ahora bajo el acuerdo Stand By del FMI.
En tanto, para S&P, “continúa la incertidumbre sobre la predisposición del sector privado a renovar la deuda del gobierno y mantener los pesos, mientras que la depreciación profundiza las altas necesidades financieras del gobierno”.
Críticas al congelamiento de naftas
El directivo de Vista Oil & Gas, Gastón Remy, y la entidad empresarial IDEA, que él preside, salieron a cuestionar el congelamiento de precios de combustibles dispuesto por noventa días que se oficializó ayer en el Boletín Oficial.
“No hubo negociación y nos impusieron medidas que van a tener un impacto directo en la actividad de Vaca Muerta”, señaló el socio del ex YPF Miguel Galuccio.
En una conversación con inversores, el CEO de YPF, Daniel González, aseguró que se pueden perder hasta 120 millones de dólares mensuales por el congelamiento.
En tanto, Remy cuestionó la falta de diálogo. “Los productores y la industria entendemos que, dado el escenario económico, se debían tomar medidas, y que no es lógico que la devaluación sea trasladada al consumidor. Pero la discusión es cómo asumir a lo largo de la cadena de valor esa carga. Esto se ha hecho en el pasado de manera negociada”, remarcó en declaraciones a Radio Mitre.
Para IDEA, “no se dan las circunstancias extraordinarias exigidas por la Constitución” para recurrir a un DNU. Asimismo, marca las contradicciones del oficialismo: “La medida adoptada sienta un mal precedente, que pone en riesgo el intenso trabajo que desde el gobierno nacional se viene realizando a fin de integrarnos al comercio internacional”.