Por factores externos pero, especialmente por las “cuitas domésticas” ayer la Argentina sufrió un revés financiero en absolutamente todos los frentes. Se desplomaron los bonos, se complicaron los dólares financieros, trepó hasta los máximos desde la renegociación de la deuda el riesgo país, se disparó el dólar blue nuevamente, se profundizó una crisis de expectativas y confianza sobre la salud de la economía.
Todo justo en el cierre de una semana en la que el Gobierno tuvo dos buenas noticias económicas para “celebrar”. Por un lado, el aval del FMI a la primera revisión de las metas, condición indispensable para que llegue el desembolso para pagar el próximo vencimiento. Pero además el organismo internacional señaló que está dispuesto a ser flexible en el futuro con variables como la suba de la inflación, por ejemplo, debido al impacto de la Guerra en Europa. Por otro lado, la soja está en un nivel histórico, cercano a los 800 dólares la tonelada.
Aun así, nada luce en la Argentina 2022. Aunque ayer el presidente Alberto Fernández desde Estados Unidos consideró que la suba del riesgo país y el desplome de los bonos “se van a ir ordenando paulatinamente”. También admitió que habló en reiteradas ocasiones con el ministro de Economía, Martín Guzmán, y el timonel del BCRA, Miguel Pesce.
Justamente con EE.UU. tuvo que ver el efecto internacional. Ayer se supo que tendrá la inflación más alta de los últimos cuarenta años y será de 8,6% anual (sí, ¡leyó bien! anual).
Los factores domésticos tienen que ver con otra cosa, no solamente con que la semana próxima se conocerá el dato oficial de mayo que acumulará casi un 30% en solo cinco meses, sino con rumores crecientes de que si hubiera un triunfo de la oposición, podría haber un reperfilamiento de la deuda y por eso, entre otras cuestiones, la estampida en los dólares financieros con los que se mueven los bonos que, a su vez, funcionan como un termómetro de confianza del mercado. El Palacio de Hacienda realizará el jueves próximo una licitación de distintos títulos del Tesoro para financiarse en el mercado local ya que no tiene acceso a las plazas internacionales. Estos temblores anticiparían un resultado dudoso.
Ayer, la plaza financiera local cerró nuevamente en baja mientras el riesgo país permaneció por encima de los 2.040 puntos. El récord intradiario trepó a las 2.069 unidades, cuando en septiembre de 2020 se reinició a un nivel de 1.083 puntos tras un millonario canje de deuda externa privada.
Volvió a producirse una masiva corriente vendedora de activos. “Es imposible que sea un único factor lo que explique la subida del riesgo país y el desplome de los bonos. Argentina, después de la reestructuración de su deuda, perdió la capacidad de financiarse en dólares en el exterior y le quedó como única fuente genuina endeudarse en pesos en el mercado local”, dijo Javier Timerman, socio de Adcap Grupo Financiero.
Dada la dura tendencia bajista de los bonos durante las últimas rondas, operadores dijeron que entidades gubernamentales como la Anses salieron a comprar títulos. La bolsa porteña logró revertir su marcha , quedó positiva perdió casi a pero 3% en la semana y el dólar blue se despertó.