La curtiembre Yoma, que fue la fuente laboral más importante de la región de Chilecito en La Rioja, fue reabierta luego de la toma de la planta por parte de los trabajadores desplazados. Ubicado en Nonogasta, el establecimiento empleó a 1500 trabajadores en la segunda ciudad más importante de de la provincia (con un total de 42 mil habitantes).
Los memoriosos recuerdan que en su momento de esplendor fue la segunda curtiembre del país, solo superada por la santafesina Sadesa. Con la quiebra de la compañía, la adjudicataria dejó casi la mitad de los empleados actuales cesantes, la gran mayoría mayores de 45 años.
Los casos de las 580 familias resultan dramáticos ya que se trata de obreros con familias de entre 8 y 11 hijos y mujeres que son único sostén de hogar. Se teme un fuerte impacto en la zona, aunque las autoridades prometen “reubicarlos” en firmas que se instalarán en la zona, la angustia prima en estos momentos.
El gobernador, Luis Herrera, dijo que seguirá brindando asistencia social a los despedidos, tal como publica La Nación. Pero en la población existe un clima de tristeza generalizada pensando en un futuro dependiente de la caridad estatal, habiendo construido una vida de trabajo digno. Los ex trabajadores reciben un sudsidio de 300 pesos mensuales y la diputada nacional Griselda Herrera está gestionando ante el Ministerio de Trabajo de la Nación, que se extienda hasta fin de año.
En marzo pasado, la empresa Curtume Muçun, del grupo brasileño Bom Retiro, se quedó con la curtiembre por US$ 6 millones y el compromiso de invertir 24 millones más. La provincia ha gestionado ante el gobierno nacional la adjudicación de los beneficios: se trata de un total de $ 330 millones, de los cuales 130 millones están destinados a Bom Retiro, según recuerda La Nación.
Chilecito, del pleno empleo a las dádivas oficiales
La ex curtiembre Yoma reabre sus puertas, con casi la mitad de los operarios despedidos. El gobernador promete "asistencia social".
