Tras la quiebra de dos de los bancos más afines al sector de las criptomonedas, el Signature y el Sivergate, y el mayor banco para empresas tecnológicas, el Silicon Valley Bank, la cotización de las criptomonedas se disparó, más no así el de las stablecoins; que tienen respaldo en activo del mundo real, como una moneda fiduciaria como el dólar o una materia prima como el oro.
Silvergate Capital, uno de los principales prestamistas del sector de las criptomonedas, comunicó el pasado miércoles que pondría fin a sus operaciones y liquidaría su banco. El Silicon Valley Bank, cuyo perfil de cliente eran las startups, se derrumbó el pasado viernes después de que los depositantes retiraran más de US$ 42.000 millones tras la declaración del banco días antes de que necesitaba recaudar US$ 2.250 millones para apuntalar su balance.
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Mientras que el Signature, que también tenía un fuerte enfoque en el sector cripto, pero era mucho más grande que Silvergate, fue incautado el domingo por la noche por los reguladores bancarios del estado de Nueva York.
Signature y Silvergate eran los dos principales bancos para las criptoempresas, y casi la mitad de todas las startups estadounidenses respaldadas por capital riesgo mantenían efectivo en Silicon Valley Bank, incluidos fondos de capital riesgo favorables a las criptomonedas y algunas firmas de activos digitales.
La intervención del Gobierno estadounidense apuntaló el mercado crypto
El Gobierno federal intervino el domingo pasado con el objetivo garantizar todos los depósitos de los clientes del SVB y Signature, lo que provocó un repunte en los mercados de criptomonedas. Tanto el bitcoin y el éter aumentaron su cotización.
Pero el movimiento expuso la vulnerabilidad de las stablecoins que, se supone que están vinculadas al valor de un activo del mundo real, como una moneda fiduciaria como el dólar estadounidense o una materia prima como el oro. Pero las condiciones financieras inusuales pueden hacer que caigan por debajo de su valor vinculado.
Stablecoins: monedas no tan estables
Muchos de los problemas de las criptomonedas en el último año se originaron en el sector de las stablecoins, empezando por el colapso de TerraUSD en mayo de 2022.
En las últimas semanas, los reguladores se han centrado en las stablecoins. BUSD, la stablecoin de Binance vinculada al dólar, experimentó salidas masivas después de que los reguladores de Nueva York y la Comisión de Bolsa y Valores presionaran a su emisor, Paxos.
Lo mismo ocurrió con el USDC durante el fin de semana pasado, la segunda stablecoin más líquida de Estados Unidos con paridad en dólares, perdió su valor, después de que su emisor, Circle, admitiera tener 3.300 millones de dólares depositados en el Silicon Valley Bank.
Las criptomonedas vuelven a ser atractivas en medio de las turbulencias financieras
En ese contexto, DAI, otra popular divisa virtual en dólares que está parcialmente respaldada por USDC, llegó a cotizar a 90 céntimos el sábado. Tanto Coinbase como Binance suspendieron temporalmente las conversiones de USDC a dólares.
El sábado, algunos operadores empezaron a cambiar sus USDC y DAI por tether, la mayor stablecoin del mundo, con un valor de mercado de más de 72.000 millones de dólares.
Esto porque la empresa emisora de tether no tenía ninguna exposición al SVB y actualmente cotiza por encima de su paridad de 1 dólar, ya que los operadores acuden a pastos más seguros, a pesar de que las prácticas comerciales de Tether han sido cuestionadas, al igual que el estado de sus reservas. El mercado de las stablecoins empezó a repuntar el domingo en horas de la tarde después de que Circle publicara un post en su blog en el que decía que "cubriría cualquier déficit utilizando recursos corporativos". Desde entonces, tanto USDC como DAI han vuelto a su paridad en dólares.
SE