Siete semanas después del inicio de los controles cambiarios de la AFIP, que provocaron la salida de casi un cuarto de los depósitos en dólares de los bancos, la suba de tasas de interés de referencia de 18% a 25%, y la pérdida de reservas del Banco Central, persistían las restricciones de hecho a las importaciones y las trabas para operar por Internet y canales automáticos, aunque por primera vez la venta de divisas comenzó tibiamente a aumentar en el segmento minorista.