ECONOMIA
Política monetaria

Competencia de monedas: ¿Puede funcionar en la Argentina?

El presidente Javier Milei expresó que tras el freno a la emisión de pesos se pasará a un esquema de competencia de monedas.

Pesos y dólares
Pesos y dólares | presupuestofamiliar

En los últimos días, el presidente Javier Milei declaró que el régimen monetario de Argentina estará basado en la competencia de monedas como transición a la dolarización. Situación que también fue apoyada por el FMI tras su última revisión. 

¿Qué es la competencia de monedas? 

En esencia, esta teoría postula un sistema donde múltiples monedas compiten libremente entre sí, y que los participantes del mercado elegirán utilizar las monedas que consideren más estables, eficientes y convenientes. 

Este enfoque contrasta con los sistemas de monopolio de moneda, donde una autoridad central, como un banco central o un gobierno, controla y emite la moneda de curso legal. En un sistema de competencia de monedas, las distintas monedas estarían sujetas a la disciplina del mercado, lo que podría generar incentivos para que los emisores mantengan políticas monetarias prudentes, evitando así, la inflación. 

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Sin embargo, la competencia de monedas también plantea desafíos, como la falta de estandarización y la posible volatilidad en los tipos de cambio entre diferentes monedas. Además, la historia ha demostrado que la competencia de monedas puede llevar a problemas como la fragmentación del mercado y la incertidumbre para los participantes.

¿De dónde viene la competencia de monedas? 

La competencia de monedas está basada en los escritos de Friedrich A. Hayek, economista austríaco y referente intelectual del presidente, quién en su libro “La desnacionalización del dinero” (1976), se opuso a la posibilidad del reemplazo de monedas nacionales por una única moneda en Europa.

En su crítica, abogó por un régimen en el cual las monedas nacionales siguieran su curso y que cada individuo tuviese la libertad de elegir en qué moneda ahorrar o realizar transacciones, en cualquier país que residiese. Con el argumento de que el dinero es una mercancía más y que, la competencia entre quienes lo emiten sería preferible a un monopolio en manos del gobierno. 

El nuevo régimen, de ser aceptado, apuntaría a posibilitar que todas las transacciones y todos los contratos puedan realizarse en cualquier moneda, incluyendo criptomonedas, pudiendo elegirlo si ambas partes acuerdan. Esto, para lograr eliminar las trabas legales para pactar alquileres, venta de servicios, compra-venta de inmuebles y demás bienes durables. Además, imposibilitar la venta al Banco Central de divisas que provengan de las exportaciones, las cuales podrían ser utilizadas en operaciones corrientes en todo el país.

Banco Central
Banco Central de la República Argentina.

¿Dónde se aplicó la competencia de monedas? 

Empezando por el final, la evidencia empírica de este tipo de régimen, no sobra. En cuanto a casos más cercanos de implementación práctica, la competencia de monedas fue explorada en algunos contextos históricos y experimentos económicos. 

En España, siglo XIX, se hallan pruebas dónde se han utilizado conjuntamente varias monedas nacionales y billetes privados, compitiendo entre sí.

Bajo la mirada de la escuela de economía austríaca: “El dinero sirve como medio de intercambio, y por tanto, debe poseer un valor objetivo de cambio para que sea utilizado como tal (o que se trate de un sustituto monetario), por lo que debemos hacer que su provisión vuelva a las manos de las empresas privadas y arrebatárselo a los gobiernos para que de nuevo posea sus características originarias”. (Cano, 2018, pág. 374).

La moneda francesa se utilizó comúnmente en España durante el reinado de Fernando VII, a su vez, la moneda portuguesa, la moneda inglesa, los pesos mexicanos, entre muchas otras fueron corrientes en España durante aquel siglo. “Por lo general, a las monedas extranjeras se les daba por medio de la legislación, un valor superior al objetivo de cambio, con lo que éstas desplazaban de la circulación a la moneda nacional” (Cano, 2018, pág. 378). La moneda de oro francés y oro británico, luego fueron prohibidas en el país. 

América latina fue un lugar donde este modelo intentó instaurarse, pero el modelo peruano es visto como el que mejor se adapta a los próximos pasos que el Gobierno argentino quiere tomar en materia monetaria y cambiaria. Perú implementó su actual esquema a principios de la década de 1990, durante el gobierno de Alberto Fujimori, en respuesta a la hiperinflación dejada por su predecesor, Alan García. Este cambio se produjo casi simultáneamente con el inicio de la Convertibilidad en Argentina. Sin embargo, mientras en Perú el modelo permaneció sin cambios por más de 30 años, en Argentina la Convertibilidad duró poco una década. 

Desde 1993, la política monetaria en Perú está enmarcada en la Constitución Nacional, que establece la autonomía del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) y su propia Carta Orgánica. Fujimori le dio total independencia al Banco Central a través de la Carta Magna, que estableció el derecho de la población de mantener y disponer de monedas extranjeras. Hoy, la inflación de Perú se encuentra entre las más bajas de la región, con un 3% anual.

Banco Central de Reservas del Perú
Banco Central de Perú

Muestras más actuales podrían incluir a las criptomonedas como Bitcoin y otras altcoins. Si bien estas monedas digitales operan en un entorno completamente diferente al de las monedas tradicionales, representan un caso contemporáneo de competencia entre diferentes formas de dinero. Donde las personas pueden elegir, indistintamente una moneda digital u otra. 

Algunos defensores de la competencia de monedas plantean la posibilidad de implementar sistemas de "libre banca" donde los bancos privados y no así los Bancos Centrales, emitan sus propias monedas respaldadas por reservas. Si bien no se ha implementado a gran escala, esta idea ha sido discutida en círculos académicos y de política económica. 

En resumen, la teoría de la competencia de monedas fue desarrollada a lo largo del tiempo por varios pensadores y ha sido explorada en diversos contextos históricos y experimentos económicos, aunque su implementación práctica a gran escala sigue siendo limitada. 

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¿Puede funcionar la competencia de monedas en Argentina? 

En la actualidad, no hay países que tengan un sistema de competencia de monedas a gran escala, más allá de Perú. En algunos otros hay, en mayor o menor medida, bimonetarismo, aunque no es lo mismo. Sin embargo, con el surgimiento de las criptomonedas, algunos argumentan que estamos viendo un resurgimiento de la competencia de monedas en un contexto digital, aunque este fenómeno es diferente en muchos aspectos del sistema bancario libre del siglo XIX. 

Hay una salvedad que hacer antes de adentrarnos más en el tema. En nuestro país funciona un bimonetarismo de hecho, muchas transacciones se hacen en dólar, que no es la moneda de curso legal, pero lo acerca a la competencia. Más allá de lo anterior, para que Argentina pueda adoptar ese sistema, serían necesarias varias condiciones y reformas estructurales. 

Se debería, a través de una ley, probablemente de la propia Constitución, cambiar la legislación actual para permitir la circulación y el uso legal de monedas extranjeras como el dólar estadounidense, el euro y otras monedas junto con el peso argentino. 

Un punto central y que el gobierno ya ha iniciado es el del control de la inflación. Mantener políticas fiscales y monetarias que reduzcan la inflación es fundamental para que la competencia de monedas sea sostenible. La alta inflación en el peso podría llevar a una dolarización de facto si no se controla. 

Cuando planteamos que esta idea es totalmente rupturista, queremos remarcar que, por ejemplo, se debería cambiar de plano la infraestructura financiera y tecnológica, ya que hay que desarrollar e implementar sistemas de pago que permitan transacciones en diferentes monedas. Los bancos deberán ofrecer cuentas corrientes y de ahorro en monedas extranjeras, así como tarjetas de crédito y débito multimoneda. 

Por último y más importante, levantar el cepo. No hay competencia de monedas con control de cambio. Se deben eliminar los controles de capitales que puedan restringir el libre movimiento de monedas extranjeras dentro y fuera del país. Además, el gobierno deberá asegurar que no hay barreras regulatorias que favorezcan el uso de una moneda sobre otra, permitiendo una competencia justa entre todas las monedas. 

Vale preguntarse si la competencia de monedas no es el paso previo a la dolarización, ya que por la inflación y la volatilidad, los agentes del mercado podrían empezar a sustituir el peso doméstico en su función de reserva de valor, unidad de cuenta y medida de cambio. Dicho lo anterior, vale aclarar que esto no ocurrió en Perú, por el contrario, se fortaleció el Sol. 

*Director del CEPEC @cepecok