Carlos Melconian siempre tiene frases en clave política. Aunque es economista. El ex presidente del Banco Nación mantuvo una charla con el bloque de diputados del PRO y allí dejó definiciones sobre lo que se viene en materia económica y, sobre todo, con una mirada de preocupación vinculada la salida de la crisis que impuso el Coronavirus.
“La pandemia nos encontró con un Gobierno que llevaba menos de 100 días de gestión, problemas políticos internos, un programa de Gobierno mediocre, un mundo mirándonos con expectativa e inquietud”, planteó. En ese marco, dijo que el ministro de Economía, Martín Guzmán, “no es un ministro fuerte sino, más bien, un secretario de Finanzas con una tesis que quiere aplicar a la negociación de la deuda”.
Por videoconferencia, Melconian explicó lo que supone el impacto del Covid-19: “Los primeros diagnósticos respecto de los efectos del virus “chino” pronosticaban la caída de un poco más de un punto del PBI mundial derivado de la baja de los commodities y de la producción en China. Luego avanzó sobre Europa y hoy Estados Unidos enfrenta una caída del empleo de 12 puntos, con la gran diferencia respecto de Argentina, que para cuando llegue el rebote, lo recuperarán sin mayores esfuerzos”.
En otro tramo de la charla con el bloque que maneja Cristian Ritondo, Melconian dejó sus sugerencias: “evitar el corte de la cadena de pagos garantizando los cheques rebotados y la protección del empleo”. Se trata de dos ejes que, justamente, forman parte del paquete de cinco propuestas que presentó la bancada a comienzos de abril. “Ya para la salida del aislamiento, una moratoria amplia”, añadió
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Ya en términos de análisis macro económico local, opinó: “Hoy, ya con un panorama más claro y previendo un déficit fiscal de casi dos billones de pesos, (el Gobierno) está más cerca de la idea de emitir desde la Nación una “cuasimoneda”, una “Corona-Moneda”, por al menos un billón de pesos que sirva para financiar a las provincias (y aclaró que hoy las provincias tienen vedado por ley la emisión de cuasimonedas provinciales) y parte del del gasto público.
“Esa moneda debe ser aceptada también para el pago de impuestos. Si la Corona-Moneda devalúa o se prende fuego, al menos sirvió para amortiguar de acá a fin de año una disparada inflacionaria. Es una forma de licuar elegantemente”, analizó. La charla se extendió más de una hora y hubo intercambio con buena parte del bloque del PRO.
ES / DS
