Suecia, un país asociado con la estabilidad económica, está sufriendo un problema bien identificado con la Argentina: la inflación (aunque en distintas escalas). Mientras en el país nórdico, el aumento mensual del índice de precios fue del 0,6% en marzo, en Argentina alcanzó el 7,7% con proyecciones interanuales del 10,6% y 109,8% interanual, respectivamente.
En ese sentido, la Comisión Europea publicó sus últimas perspectivas de crecimiento, en las que Suecia es el único país del que se se espera que tenga un crecimiento negativo del Producto Bruto Interno (PBI) este año, una crisis inaudita que podría hacer que el reino escandinavo, reconocido por el bienestar económico en el que viven sus habitantes, redescubran no solo la inflación, sino también la pobreza.
La economía sueca flaquea debido a una tasa de inflación muy por encima del objetivo fijado por el banco central. Aunque la suba de precios para el mes de marzo mostró una ligera desaceleración, es poco probable que los hogares suecos obtengan alivio de las cifras, ya que muchos están experimentando dificultades para cubrir la canasta básica o inclusive en algunos casos han reducido su consumo.
La inflación en Alemania se desacelera en noviembre
Según el Instituto Nacional de Investigación Económica, la inflación se mantendrá alta durante todo el año, y la economía podría no recuperarse hasta 2025. Los gastos de los propietarios de viviendas también aumentaron significativamente desde 2020.
Aunque el ciclo de las subas de las tasas de interés del banco central no se verá afectado por la cifra de inflación, los hogares suecos siguen estando presionados, mientras que los nuevos acuerdos salariales dan un aumento de referencia del salario real por debajo incluso del IPC actual.
La crisis económica en Europa ha sido un problema persistente en los últimos años. En 2008, la crisis financiera global golpeó fuertemente a la economía europea, y desde entonces, los países del continente han estado luchando por recuperarse.
La inflación de la Eurozona alcanzó un nuevo récord en junio
La difícil situación se ha manifestado de diferentes maneras en todos los países de la Zona Euro: algunos han sufrido altas tasas de desempleo y una austeridad económica prolongada, mientras que otros han experimentado una inflación desorbitada y una caída en la calidad de vida de sus ciudadanos.
Panorama sombrío
En diciembre pasado, el jefe de gobierno sueco, Ulf Kristersson, ya había previsto en su discurso navideño un panorama sombrío para 2023, alertando sobre una “muy grave” crisis económica y de importantes problemas de seguridad ciudadana, reportó Europa Press.
“La recuperación que anhelaba el mundo entero después de que la pandemia amainará, se ha interrumpido. El crecimiento se ralentizará o será negativo, el paro subirá”, había dicho Kristersson en ese entonces.
El premier sueco insistió en que los próximos años pueden ser los más duros desde la crisis de los años 90, si no también en las amenazas a la seguridad pública sueca, como la guerra en Ucrania, el problema de las bandas y la crisis energética.
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