El valor del dólar parece que nunca conforma a todos. Cuando baja mucho empieza el debate entre los economistas acerca de si existe atraso cambiario. Si sube demasiado enciende el alerta sobre su impacto en los precios. Y cuando se consulta cuál sería el valor ideal de un dólar competitivo para el 10 de diciembre para el inicio del próximo gobierno que heredará una inflación en torno al 40%, las respuestas de los analistas también discrepan. Y el rango estimado va de $ 48 a $ 62.
Porque todo depende del cristal con el que midan la competitividad. Para unos, el dólar competitivo es el que genera superávit comercial. Para otros, es el que equilibra la cuenta corriente de la balanza de pagos. Y otros en lugar de hablar en términos de un tipo de cambio competitivo, prefieren “si sostenible o no”, y ese valor dependerá fundamentalmente de que el país en 2020 recupere el acceso al financiamiento.
El jefe economista de BBVA, Marcos Dal Bianco, proyectó para diciembre un dólar promedio en $ 48 y consideró que si bien no es un nivel “como para que el comercio exterior estalle, es lo suficientemente competitivo para que el gobierno próximo este cómodo, y que no influya negativamente en los precios”.
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El analista Matías Rajnerman, de Ecolatina, sostuvo que “el dólar competitivo está directamente vinculado a la exportación de bienes, y con una inflación de 40% debería estar en la zona de $ 52 como para darle un buen rendimiento al sector transable”. Rajnerman indicó que “el tipo de cambio de septiembre y octubre de 2018 era bastante competitivo –tras el salto del dólar de $ 32 a $ 40 entre agosto y fines de septiembre–, hoy equivaldría a que a fin de año estuviera en $ 60 y $ 55, respectivamente”.
Con una óptica similar, Guido Lorenzo, señaló que “con el actual tipo de cambio, la balanza comercial es positiva, con lo cual si ese saldo sigue positivo a fin de año, con una inflación del 40%, para mantener los niveles de competitividad de ahora el dólar tendría que estar un 20% más alto, rondando los $ 50”.
Con un parámetro diferente, Fausto Spotorno, de la consultora Ferreres, planteó que “nosotros tenemos un cálculo de cuál es el tipo de cambio que equilibra la cuenta corriente de la balanza de pagos –contempla además del saldo comercial, la balanza de servicios y cuenta renta– que aún arroja un pequeño déficit, y a hoy nos da cerca de $ 54, con lo cual asumiendo una inflación de 2,5% o un poquito más por mes, debería estar a a fin de año en $ 62”.
Por su parte, Martín Vauthier, de Eco Go, evaluó que “en términos de competitividad, el actual tipo de cambio real respecto a la salida del cepo hoy está 46% arriba, me parece razonable para lo que es la macroeconomía argentina”. “Preferimos mencionarlo en términos de sostenibilidad y eso dependerá del riesgo país y del grado de apertura de la cuenta financiera, cuanto más abierta esté esa cuenta y menor sea el riesgo país podés tener un tipo de cambio más apreciado, financiar un mayor déficit de cuenta corriente, y requiere un menor superávit comercial”. Y viceversa: “si hay un riesgo país muy alto, no tenés financiamiento, se disminuye el margen”.
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Estiman que Fernández arrancaría con un piso más alto
¿El dólar competitivo ideal para el inicio del próximo gobierno difiere en caso de que Macri sea reelecto, o si gana el binomio Fernández? Matías Rajnerman cree que si triunfa el Frente de Todos “es probable que la inflación en lugar de 40% a fin de año como se espera con Macri, termine cerca de 45%, y entonces el valor del dólar competitivo tendría que ser entre $ 57 y $62,50”; y opinó que “dependerá mucho del discurso y quiénes asuman los cargos en Economía”.
Sin aludir en especial a alguno de los candidatos, Fauto Spotorno razonó que “si el mercado descree del próximo presidente probablemente haya una salida de capitales, y el tipo de cambio de equilibrio sea mayor”. El economista destacó que “en general lo que ocurre cuando hay confianza en Argentina es que el tipo de cambio está por debajo de la paridad teórica de equilibrio, y cuando hay desconfianza está por arriba”.
Igual diagnóstico trazó Lorenzo, quien consideró que “si gane quien gane no convence rápido al mercado, y Argentina no puede volver a tomar deuda, posiblemente el tipo de cambio deba ser más alto”. Para Martín Vauthier, en 2020 “los desafíos y agenda gane quien gane son muy parecidos, hay que abrir el mercado, avanzar con reformas, y además hay un acuerdo con el FMI”. En ese sentido, juzgó que dependerá “de cómo tome el mercado a cada una de las alternativas”.
MS/DS