El ministro de Economía trasladó esta seman as u despacho a India. Postferiado de carnaval, Sergio Massa participó del encuentro de ministros de Finanzas del G20.
En dos días tuvo nueve reuniones de primer nivel incluyendo su encuentro, cara a cara, con la titular del FMI Kristalina Georgieva, quien siempre tiene gesto amable en las revisiones del organismo internacional sobre las estresadas cuentas nacionales.
En su gira global, Massa sumó respaldo político a la gestión económica pero llegará sin escala al fango doméstico con una campaña que ya se lanzó. Sobre Economía recaen algunos cascotazos domésticos, sobre tras la inflación oficial del 6% de enero. Febrero, a punto de concluir y con menos días, no asoma con mejor proyección al menos desde la perspectiva de las consultoras privadas.
Por eso, el despliegue de encuentros internacionales, el mano a mano con los organismos internacionales de mayor peso le suman y muchísimo a la gestión del ministro sobre quien aún no se desactivaron totalmente las versiones sobre una eventual candidatura 2023.
Este fin de semana, el titular del Palacio de Hacienda emprenderá su regreso a la Argentina.
Desde el lunes le esperará en su agenda una reunión clave: el campo y el Gobierno en un intento por destrabar una eventual medida de fuerza por parte del sector.
También el inicio de marzo, con los aumentos que traerá el nuevo mes: por ejemplo en las tarifas del gas. Los próximos 31 días le pondrán número final a la inflación del primer trimestre y la suerte al menos de los primer tramo 2023 estará jugada.
De acuerdo a las proyecciones de muchas consultoras orillará el 17% entre enero y marzo . Para el Gobierno resultará clave ese horizonte inflacionario porque sobre él, entre otras cuestiones, los sindicatos más duros que están discutiendo paritarias se apoyarán para desarticular lo más que puedan el tope “oficial” de 60%.
Aterrizaje difícil, sin escala.