Luego de una de las peores producciones de trigo de las últimos años por la sequía, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima un aumento del área sembrada para la próxima campaña que comenzará en pocas semanas.
De esta manera, la superficie de trigo de 6,7 millones de hectáreas para la campaña 2023/24, representando una expansión interanual de 600 mil hectáreas y un 4,7% por encima al área promedio de las ultimas 5 campañas (6,4 millones de hectáreas).
De concretarse dicha proyección, la superficie esperada para la campaña 2023/24 sería, junto a la campaña 2021/22, la segunda más alta de los últimos 22 años, sólo superada por los 7 millones de hectáreas en la campaña.
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El informe pre campaña de la entidad señalan que este aumento en la intención de siembra se basa en las perspectivas año “El Niño” durante la primavera, una necesidad financiera de liquidez como consecuencia de los malos resultados durante la campaña 2022/23 y por los incentivos económicos dados por una mejora en la relación de insumo/producto.
“Si bien hemos registrado esos indicios favorables, existen varios factores que generan incertidumbre en el corto plazo. Entre ellos, destacan las condiciones climáticas previstas para las próximas semanas, la disponibilidad de semillas e insumos y financiamiento, así como la situación económica en general. Además, la falta de claridad en torno a las reglas de juego agrega una capa adicional de complejidad a la situación actual”, indica el informe.
De todos modos, la Bolsa de Cereales sostiene que “la proyección de superficie queda supeditada a las precipitaciones registradas durante las próximas cinco semanas y la recuperación de las reservas de humedad y en los primeros centímetros del perfil que permitan concretar los planes de siembra”.
Campaña 2022/23 para el olvido
En la campaña pasada, se sembraron 6,1 millones de hectáreas, la superficie más baja desde 2017/18.
La producción nacional alcanzó los 12,4 millones de toneladas, unos 10 millones menos con respecto a la cosecha anterior, con un rendimiento de 22,8 quintales/hectáreas, mostrando una caída interanual del 36%.
En cuanto a las exportaciones, generó unos US$ 2.300 millones, que representan una merma del 55% respecto al ciclo anterior.
LM