El Consejo de Política Monetaria del Banco Central (BCRA)mantuvo hoy sin cambios la tasa de referencia monetaria -el centro del corredor de pases a 7 días- en 27,25%, nivel en que permanece desde el 23 de enero, y ratificó su visión de que la aceleración inflacionaria de los últimos meses es “transitoria” por el alza de tarifas y el dólar, pero prevé que descenderá después de abril, aunque reafirmó que “está listo para actuar” ajustando la tasa en caso de que eso no ocurra.
Los términos del comunicado difundido hoy son similares al de hace 15 días atrás, y la decisión de mantener inalterable la tasa estuvo en línea con la expectativa de los analistas que habían considerado que el BCRA no tiene margen para aplicar un recorte en un escenario de expectativas inflacionarias en alza que se ubican en 20,3 para 2018, según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), frente a una meta oficial de 15%, y que tampoco era el momento de subirla ya que creen que el BCRA esperaría hasta mayo para ver como si se concreta la baja inflacionaria.
En ese sentido, la institución reiteró que la aceleración inflacionaria “es transitoria y que se debe a los fuertes aumentos en precios regulados y a la rápida depreciación del peso entre diciembre y febrero” y confió en que “una vez superados estos factores” la “inflación consolidará su tendencia a la baja”.
“Las estimaciones y los indicadores de alta frecuencia de fuentes estatales y privadas monitoreados por el BCRA indican que la inflación núcleo de abril se mantendrá en registros elevados, aunque inferiores a los de marzo”, señaló, y pronosticó que “el proceso de ajuste de precios regulados se desacelerará fuertemente después de abril”.
Nuevamente la entidad monetaria defendió su intervención en el mercado de cambios para “sostener el valor de la moneda, en la convicción de que una depreciación mayor a la ya ocurrida no estaría justificada ni por impactos económicos reales ni por el curso planeado de su política monetaria y que, de no evitarse, tendría el potencial de ralentizar el proceso de desinflación”.
Segun su óptica, “el nivel relativamente elevado del tipo de cambio real y la propia acción del BCRA llevan a no prever, en los próximos meses, depreciaciones significativas del peso”
La institución conducida por Federico Sturzenegger planteó que “el actual sesgo de su política es adecuado en su escenario base en el que, una vez concluidos los impactos transitorios, la inflación desciende al sendero buscado” pero ratificó que “el BCRA está listo para actuar, ajustando su tasa de política monetaria, si ello no ocurre”.
Tras la recalibración de la meta inflacionaria a fines de diciembre la autoridad monetaria había bajado la tasa dos veces un total de 150 puntos básicos, y posteriormente la mantuvo estable desde el 23 de enero en 27,25%.