Tras el aumento de la nafta en el mercado mayorista, se descuenta que llegará luego el ajuste a los surtidores y eso ya es sólo cuestión de tiempo. Por eso, en la cadena del transporte de cargas ya hacen cálculos: cuando rija el nuevo precio en los surtidores, el costo logístico podría aumentar hasta un 5%, según fuentes del sector.
“Hoy el combustible representa cerca de un 35% de los costos totales de transporte de larga distancia”, apunta Juan Aguilar, secretario de Relaciones Institucionales de Fadeeac, organismo que nuclea más de cincuenta cámaras de transporte de todo el país. Los camiones son los mayores consumidores de gasoil en el mercado, con una participación cercana al 50% del consumo interno.
La suba del 11,5% en el mercado mayorista anunciada el viernes, por sí sola ya afecta los costos de transporte. El Indice Nacional de Costos Logísticos de Cedol, una entidad miembro de la Fadeeac, en el acumulado de enero a agosto, refleja este año un aumento de 14,46%. Aguilar calcula que el costo total del transporte puede aumentar, tras esta suba, entre 4% y 5%.
En promedio, el combustible para el transporte de cargas que se paga en suelo argentino es un 7% más caro que Brasil, afirman desde Fadeeac, y 17% más alto que Paraguay. La diferencia es aún más marcada con relación a Chile, donde el litro cuesta US$ 0,77, un 36% menos que en el país, lo que afecta directamente a la competitividad de la actividad.
De acuerdo con Aguilar, el aumento anunciado esta semana afecta al 40% de los transportes de carga que almacenan combustible, si bien la gran mayoría no está directamente afectada por la medida ya que compran directamente en surtidores.
Por lo demás, los futuros movimientos del tipo de cambio y las variaciones en el valor internacional del petróleo crudo serán las que marquen la cotización.
Desde Fadeeac consideraban que el eventual aumento en precios se iba a dar en noviembre, después de las elecciones, pero que confían en que la liberación de precios en hidrocarburos y el aumento del viernes no afectarían en el futuro inmediato.
“No creo que aumenten los precios de las naftas el mes que viene, porque hay un equilibrio razonable”. La explicación viene de Juan José Aranguren después del anuncio de liberar los precios en el sector de combustibles líquidos. Y si bien se daba por obvio un aumento en el rango del 6% a 7% en lo que quedaba del año, cualquier avance en ese frente tenía una fecha potencial luego de las elecciones. Ahora, con un aumento del 11,5% en segmento mayorista, llamado a granel, conocido el viernes, los precios en surtidores podrían aumentar mucho antes de que la gente entre al cuarto oscuro.