Tras postergar hasta diciembre un informe sobre la situación de las estadísticas argentinas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene un lapso de tres meses para poner en orden su sistema de estadísticas y amenazó con sanciones si no se cumple con el pedido.
Christine Lagarde, directora gerente del FMI, advirtió que nuestro país tiene “tienen la tarjeta amarilla y tres meses para evitar la tarjeta roja”. Por “tarjeta roja”, la funcionaria se refiere al proceso de “censura” de un país miembro del Fondo, que implica primero la prohibición de acceder a préstamos, luego al derecho de voto y eventualmente, tras varios plazos, la expulsión. Hasta ahora ningún país fue expulsado nunca del Fondo por la calidad de las estadísticas que entrega.