El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó de 2,2 a 2,5 por ciento la proyección de crecimiento de la economía argentina para este año y estimó que la inflación promedio para este año se ubicará en un 26,9 por ciento.
Al dar a conocer en Washington su informe sobre Perspectivas de la Economía Mundial, con el que da inicio a la asamblea conjunta con el Banco Mundial (BM), el organismo proyectó que la economía crecerá también un 2,5 por ciento en 2018 y que la inflación caerá a 16,7 por ciento. Ambas cifras difieren con las proyecciones establecidas por el Gobierno para el presupuesto del año que viene, que estiman un crecimiento del 3,5 por ciento y una inflación que no superará el 12 por ciento.
"En Argentina, las proyecciones indican que el crecimiento repuntará a 2,5 por ciento en 2017 tras la recesión del año pasado, a medida que el aumento de los salarios reales estimule el consumo, la inversión repunte, respaldada por obras públicas, y las exportaciones se beneficien del fortalecimiento de la demanda externa", indican en el texto, según consignó la agencia DyN.
El documento agrega que "se prevé que el crecimiento se mantenga en torno a 2,5 por ciento en 2018, ya que la demanda interna privada continuará mejorando poco a poco en el contexto de una política macroeconómica restrictiva (con las tasas de interés real elevadas necesarias para el proceso desinflacionario y el comienzo de la consolidación fiscal".
"En Argentina, se proyecta que la inflación del índice anual de precios al consumidor disminuirá drásticamente en 2017 y 2018, a medida que se desvanezcan los efectos de la fuerte depreciación del tipo de cambio y los ajustes de las tarifas instituidos en 2016, mientras el Banco Central mantiene una política monetaria restrictiva y las negociaciones salariales adquieren una orientación más prospectiva", precisan en el escrito.
Además, sostienen que "mientras tanto, al salir su economía de la recesión tras un período de ajuste, Argentina debería acelerar su consolidación fiscal en 2018. Es necesario que la contracción monetaria continúe en aquellos países donde las tasas de inflación siguen ubicándose muy por encima de las metas de los bancos centrales, como es el caso de Argentina y Turquía".
Situación en América Latina. Respecto de América Latina, el trabajo puntualiza que "el recrudecimiento de la crisis política en Venezuela constituye un pesado lastre para la actividad económica, que según las previsiones se contraerá más de 10 por ciento en 2017, a medida que disminuya la producción de petróleo y se agudice la incertidumbre".
En lo que hace a Brasil, señalan que "tras entrar en terreno positivo durante el primer semestre de 2017, se prevé que el crecimiento alcance 0,7% este año y 1,5% en 2018". En ese sentido detallan: "Gracias a una cosecha abundante y al estímulo del consumo -entre otras medidas, porque se permitió a los trabajadores extraer los ahorros acumulados en sus cuentas de indemnización por despido-, ese pronóstico fue revisado al alza en medio punto porcentual para 2017 frente al nivel proyectado en abril, si bien la persistente debilidad de la inversión y el recrudecimiento de la incertidumbre en el ámbito político y en torno a la política económica llevaron a una revisión a la baja de 0,2 puntos porcentuales del pronóstico para 2018".
En lo que hace a la inflación, el informe pronostica que "el nivel general de inflación subirá tanto en las economías avanzadas como en las economías de mercados emergentes y en desarrollo, aunque en cierta medida con menor ímpetu de lo previsto en la edición de abril de 2017, en parte porque los precios del petróleo serán más débiles de lo esperado".
"En las economías avanzadas, se prevé que la inflación repunte de 0,8 por ciento en 2016 a 1,7% en 2017, debido a la continua recuperación cíclica de la demanda y al avance de los precios de las materias primas en el segundo semestre de 2016. El nivel general de inflación se mantendría en 1,7% en 2018, para converger luego a 2% a mediano plazo", acotan.
El informe indica que "la inflación de las economías de mercados emergentes y en desarrollo (con la excepción de Argentina y Venezuela) se mantendría más o menos estable en 2017 y 2018 (en 4,2% y 4,4%, respectivamente, cerca del 4,3% estimado de 2016")".