ECONOMIA
REUNIONES EN WASHINGTON

El Fondo exigirá una severa hoja de ruta hacia el equilibrio fiscal

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Foto de familia. Sandleris, Lacunza y la nueva titular del organismo, Kristalina Georgieva. | prensa BCRA

A una semana de las elecciones presidenciales y ante la posibilidad bastante concreta de que la oposición kirchnerista gane los comicios, el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigirá a la futura gestión un plan concreto en el cual se comprometa a mantener el superávit fiscal primario.

Ese fue el mensaje que transmitieron sin vueltas los funcionarios del organismo multilateral a los enviados del gobierno argentino que estuvieron gran parte de la última semana en Washington para participar de la Asamblea Anual del FMI y del Banco Mundial.

Fuentes del Gobierno admitieron que el organismo no aceptará ninguna postura que implique volver al déficit fiscal, y en todo caso, admite no más de 24 meses del precario equilibrio actual.

Es más, en las conversaciones, los técnicos del FMI habrían expresado que la nueva gestión debería encaminarse a presentar una pauta de superávit primario con un esquema de crecimiento paulatino.

En principio, el FMI seguiría dispuesto a darle un mínimo margen de desequilibrio a la Argentina de hasta medio punto porcentual, para atender más partidas destinadas a paliar la situación social.

Según comentaron a PERFIL, la dureza de la postura del Fondo está siendo marcada nuevamente por algunos de los representantes europeos, quienes cada día que pasa ven con ojos muy escépticos la situación de la Argentina y el posible regreso del populismo.

El problema sería que, en caso de que gane Alberto Fernández las elecciones presidenciales, se concrete un cambio de postura con relación a Venezuela.

Se sabe que el gobierno de Estados Unidos, a partir de la administración de Donald Trump, se ha vuelto cada vez más inflexible en cuanto a la crítica hacia el régimen venezolano y de allí su presión sobre los países de la región.

De hecho, desde el kirchnerismo han deslizado que se abandonaría el Grupo de Lima, el cual fue totalmente crítico de la situación de Venezuela, lo cual podría implicar un duro cruce con el gobierno estadounidense.

De no tener buena sintonía con Estados Unidos, en el FMI admiten que será difícil poder convencer a los otros directores de planificar un nuevo acuerdo con la Argentina.

Pero además de este planteamiento político regional, en el organismo multilateral hay mucha preocupación sobre el posible regreso en la Argentina de la emisión monetaria como instrumento esencial para “cubrir” el déficit fiscal y compromisos de deuda.

“Hay un clima de gran expectativa en el FMI con respecto a la Argentina. Incluso no se ve con tan malos ojos que el país haga una reestructuración de la deuda con alguna quita, lo que le podría asegurar al Fondo una mayor capacidad de pago de la Argentina para que cumpla con los vencimientos que tiene con el FMI”, aseguró la misma fuente.