El gabinete económico encabezado por el ministro Martín Guzmán profundizará las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) después del 20 de enero de 2021, fecha en la que se produce la asunción de Joe Biden como presidente de Estados Unidos en reemplazo de Donald Trump, con el objetivo de tener, en la primera quincena de febrero, un consenso sobre los distintos aspectos que conformarán un nuevo acuerdo con esa entidad.
Así lo comentaron a Perfil fuentes oficiales, quienes resaltaron que el nivel de diálogo con los técnicos del FMI es muy fluido y que se continuará manteniendo contactos "virtuales" durante el próximo mes, a la vez que admitieron que la fecha concreta de la profundización de esas conversaciones la marca la asunción de Biden.
"Hay varios aspectos que deberán definirse de aquí hacia mediados de febrero, pero igualmente tenemos tiempo, porque no hay que olvidarse que los vencimientos con el Fondo, en función del stand by tomado por el Gobierno anterior, comienzan recién en agosto, con lo cual hay muchos meses por delante", recalcó la misma fuente.
De esta manera, el ministro Guzmán y sus principales asesores se preparan para las definiciones que comenzarán a desarrollarse con el Fondo a partir de fines de enero e incluso no se descarta que vuelva a Buenos Aires una misión del organismo a principios de febrero, aunque mucho dependerá de la situación sanitaria de la Argentina.
El punto central que se está conversando en este momento con los técnicos del organismo es la situación fiscal y el esquema de reducción del déficit de los próximos años.
Admiten que el nuevo acuerdo con el FMI implicará una mayor presión fiscal en el país
En el propio Gobierno admitieron que el objetivo de los funcionarios del Fondo es que Argentina "realice el próximo año un esfuerzo adicional", es decir, que en vez de un déficit de 4,5% en el balance público primario se pase un 4% directamente.
Las fuentes aseguran que ese objetivo lo ven como un aspecto que sería "ideal" pero poco viable profundizar la reducción del desequilibrio que tiene el país, especialmente porque si bien se espera una significativa recuperación de la economía, la pandemia continúa y se considera que el panorama es absolutamente incierto, sobre todo en la primera parte del año.
Sin embargo, entre los asesores del ministro Guzmán no descartan llegar a un punto intermedio en la pauta fiscal que se pueda acordar con el FMI.
Esa proyección sería de un déficit primario del 4,2 por ciento, cifra que en el Ministerio de Economía consideran que es "un desafío alcanzar esa meta" pero tampoco la ven imposible.
"El tema fundamental será apuntalar la recaudación impositiva. Vamos a tener una importante mejora en los ingresos. Igualmente hay que ver si con esto alcanza para llegar a esa meta que se incluiría en el acuerdo", resaltó el mismo funcionario.
Hay que considerar que la palabra ajuste "está absolutamente eliminada" del diccionario de un importante sector del gobierno actual, por lo que el peso de un mejor balance fiscal recaerá sobre la presión impositiva y los contribuyentes cumplidores.
"Nosotros no vamos a cortar gastos a lo (Nicolás) Dujovne. Vamos a tratar de mantener un gasto con mayor equilibrio en función de los ingresos, porque vemos un panorama macro mucho mejor que el de este año", aseguró otra de las fuentes de Economía consultadas por Perfil.
De todas formas, el objetivo central es tener un acuerdo de facilidades extendidas con el FMI hacia fines de marzo o principios de abril, para que el mismo convenio despeje dudas y llegar con mejora económica a las elecciones parlamentarias de octubre.
"Va haber más control impositivo y algún incremento en las alícuotas, pero no vamos a estrangular a los contribuyentes, como hicieron otros gobiernos", recalcó la fuente de Hacienda.
Pero el arduo trabajo no termina para Economía. Una vez aprobado el nuevo acuerdo con el Fondo, que sería por un plazo de cinco años, se iniciarán conversaciones con el Club de París para renegociar los términos del convenio que se suscribió en mayo de 2014, durante la gestión al frente de Economía y actual gobernador bonarense, Axel Kicillof.
El monto total que se renegoció en aquel momento asciende a 9.500 millones de dólares, de una deuda original que se ubicaba en unos 6.800 millones de dólares.
LR