El ‘juicio del siglo’, como se llama al litigio que mantiene la Argentina con el fondo buitre Elliott en Nueva York ya es una referencia concreta en litigios similares que mantienen hoy países como la República Democrática de Congo en Africa o Granada, en el Caribe.
El eje de la discusión pasa por la interpretación de la cláusula de pari passu, bajo la versión que cobra fuerza en las cortes de Estados Unidos de ser tomada como un compromiso a pagarle a todos por igual. Esa interpretación difiere del sentido que le quiso imprimir la Argentina a la hora de incluirla en sus canjes, donde apuntaba a que quienes no entraran al canje podrían recibir más que quienes aceptaron una quita.
“El caso de Congo es un ejemplo de la situación donde un país pobre puede ser impactado por una demanda de pari passu si intenta reestructurar sus deudas u obtener una condonación sin pagarle el 100% a los fondos buitre”, explicó el representante de la ONG Jubilee USA, Eric Le Compte.
Congo fue condenado a pagar US$ 69 millones por un default de hace más de 20 años –cuando era Zaire– a los fondos Themis Capital y Des Moines Investment. La cesación de pagos se produjo sobre préstamos del Citibank y el ING, entre otros. En este asunto los fondos se valieron de cartas firmadas por la dictadura.
En el tema de Granada, el conjunto de islas del Caribe, se trata de una demanda activa de pari passu que puede ser impactada por el precedente del caso argentino, según explicó Le Compte. El que reclama es el EXIM Bank de Taiwán –el banco de exportaciones e importaciones–, mientras que Granada reestructuró deuda después de ser azotado por dos huracanes en 2005.
Taiwán presentó una demanda calcada de la NML Capital en una Corte de Estados Unidos. La Corte rechazó el pedido de Granada para que no se tomara en cuenta el caso, lo que, según el especialista, habilita a que se expanda el universo de demandas por pari passu.
Por eso, sostiene Le Compte, es necesario un esquema de reestructuración de deudas soberanas. En esa misma línea se expresaron algunos organismos internacionales como el mismo Fondo Monetario Internacional que, a raíz del ejemplo argentino, manifestó su preocupación varias veces por el tema de deuda. “La Copa del Mundo en Brasil está llegando a su fin, pero la de la deuda recién está comenzando”, dijo Le Compte en referencia al caso argentino. “Lamentablemente el problema global de la deuda no se define en una final. Por lo que pasó en las Cortes de EE.UU., cada país que participó del Mundial este año está bajo riesgo de un comportamiento predatorio y tendrá dificultades para reestructurar sus deudas.
Según los lobbistas de la American Task Force Argentina que pasaron por Buenos Aires el jueves, “no existe un riesgo general para las reestructuraciones de deuda”. Para Robert Shapiro, economista de ATFA y ex CEO de Monsanto, la falla argentina estuvo “en no incluir cláusulas de acción colectiva” que señalan que cuando un 90% de los acreedores acepta un canje, el resto no tiene derecho a reclamar si no lo acepta.