Según el Índice de Actividad de la Cadena Agropecuaria (IACA-BCR) elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario, la actividad del sector en noviembre no solo mostró una recuperación coyuntural, sino que escaló hasta niveles nunca antes vistos.
El informe detalla que la actividad del conjunto de la cadena “se ubicó un 3,5% por encima de octubre y casi un 10% por encima de noviembre de 2024, alcanzando el mayor valor observado desde el inicio de la serie”.
Este salto estadístico se produce en un mes donde la mayoría de los componentes del índice operaron al alza: “Siete de las doce series que integran el índice registraron variaciones mensuales positivas, dos mostraron retrocesos y las tres restantes se mantuvieron estables”.
La confianza del campo alcanzó el nivel más alto desde 2019
El empuje de los biocombustibles y el frente externo
Uno de los datos más robustos del mes fue el desempeño de los biocombustibles. La producción de biodiesel creció un 10,1% y la de bioetanol un 4,3%, aportando una tracción fundamental al índice general.
De acuerdo con la BCR, “la producción conjunta de biodiesel y bioetanol registró en noviembre un aumento mensual del 7,2%”, destacando que el bioetanol “mantiene una tendencia ascendente en el largo plazo”.
En paralelo, la agroexportación funcionó como el gran pulmón de divisas del período. El subíndice correspondiente registró un incremento del 3,3%, acumulando seis meses consecutivos de crecimiento.
El informe resalta un hito para la soja, ya que "el volumen exportado alcanzó el nivel más alto registrado para un mes de noviembre”, mientras que el trigo también mostró registros elevados debido a la “mayor disponibilidad del cereal proveniente de la cosecha en curso y de stocks previos”.

Radiografía sectorial
El informe permite observar una dinámica dispar pero mayoritariamente positiva en los distintos eslabones productivos:
- IACA–Cultivos (+5%): El subíndice que mide la producción de granos acumuló dos meses de subas consecutivas. Este comportamiento estuvo traccionado por el avance de la cosecha de trigo en el norte y centro del país, beneficiada por una mayor superficie sembrada. En cuanto a las siembras de la cosecha gruesa, el girasol aportó dinamismo, mientras que la implantación de maíz, soja y sorgo registró demoras puntuales debido a excesos hídricos en diversas regiones.
- IACA–Agroexportación (+3,3%): La cadena exportadora fue clave para sostener la demanda. Las ventas externas del complejo soja no solo lideraron el crecimiento, sino que marcaron un récord histórico para el penúltimo mes del año, consolidando al sector como el principal proveedor de divisas del país.
- Biocombustibles (+7,2%): Con el biodiesel a la cabeza (+10,1%), el sector energético vinculado al agro mostró una recuperación robusta, mientras que el bioetanol confirmó su senda de crecimiento estructural.
- IACA–Agroindustria (-0,1%): Fue el único subíndice que mostró una leve retracción, aunque se mantiene en niveles cercanos a sus máximos históricos. La baja se explica fundamentalmente por una caída del 1,4% en la molienda de soja, en un contexto donde se privilegió la exportación del poroto sin procesar. En contraste, la molienda de cebada creció un 3,9% y la de girasol un 1,5%.
- Ganadería y Lechería: El panorama fue mixto. La faena de porcinos creció un 0,7%, mientras que la bovina retrocedió un 0,5% respecto a octubre. Por su parte, la producción de leche se mantuvo estable, rompiendo una racha de diecinueve meses consecutivos de crecimiento sostenido.
La molienda y el impacto de los granos sin procesar
El escenario que describe la Bolsa de Comercio de Rosario es el de una cadena agropecuaria que ha logrado sobreponerse a las dificultades climáticas iniciales para aprovechar la ventana de cosecha del trigo.
La combinación de una mayor superficie sembrada de cereales de invierno y una logística de exportación aceitada ha permitido que el índice toque su techo histórico.
No obstante, el foco de preocupación para los próximos meses se desplaza hacia la cosecha gruesa. Aunque el IACA-Cultivos muestra una suba del 5%, las “demoras asociadas a excesos hídricos” en la siembra de soja y maíz imponen una nota de cautela.
El desafío para el agro será transformar este récord de actividad de noviembre en un flujo constante que permita sostener los niveles de exportación y procesamiento industrial durante el primer trimestre de 2026.