El presidente del Banco Mundial, David Malpass, dejará su cargo a finales de junio, casi un año antes de que su mandato expire. “Tras pensarlo mucho, decidí buscar nuevos retos", señaló Malpass, de 66 años tras comunicarle al consejo de administración su decisión.
“Ha sido un enorme honor y un privilegio servir como presidente de la principal institución de desarrollo del mundo junto a tantas personas talentosas y excepcionales”, agregó Malpass.
El Banco Mundial discute cómo reducir la deuda de las naciones pobres
En el último año, Estados Unidos y otros grandes accionistas del BM habían presionado para que redoble los esfuerzos de la institución en la lucha contra los desafíos globales, incluido el cambio climático, además de su mandato tradicional de combatir la pobreza en el mundo.
Dicha presión se intensificó después de que Malpass se negara a decir si creía que el cambio climático era causado por el hombre en una conferencia de prensa en septiembre, a pesar de la insistencia de la los periodistas. Más tarde señaló que se le había malinterpretado.
Hace apenas una semana, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, instó a la dirección del banco a poner en marcha “rápidamente” reformas que liberen más dinero para enfrentar al cambio climático.
Estados Unidos es el mayor accionista de la institución financiera internacional, que se encarga de proporcionar financiamiento a los países en desarrollo.
El BM, por su parte, aludió a Malpass y comentó: “Bajo su liderazgo, el Grupo del Banco duplicó con creces su financiación para el clima destinada a los países en desarrollo, alcanzando la cifra récord de 32.000 millones de dólares el año pasado”.
En una nota al personal citada por AFP, Malpass dijo: "Los países en desarrollo de todo el mundo se enfrentan a crisis sin precedentes y estoy orgulloso de que el Grupo del Banco haya seguido respondiendo con rapidez, escala, innovación e impacto".
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