Entidades defensoras del consumidor, empresarios y economistas rebatieron ayer los argumentos de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien evitó hablar de la inflación, y aludió a una "dispersión" y "distorsión" de precios.
Desde la órbita empresarial, el titular de la Asociación de Dirigentes de Empresas, Mario Caucino, lamentó que la jefa de Estado "se equivoque" y "persista en el error, siga mintiendo y aplicando políticas que aumentan el clima anti-inversión y la inflación".
"El problema inflacionario es estructural, porque, por un lado, hay más emisión monetaria sin respaldo, y por otro, falta inversión como consecuencia de que el gobierno no genera confianza", evaluó en diálogo con DyN. El empresario destacó que "no hay ningún caso en la historia del mundo en que se haya mentido de esta manera" con las cifras de inflación.
Incluso, consideró que si realmente la inflación en lugar del 25 por ciento anual fuera del 11 por ciento , como estimó el Indec para el año pasado, "igual es altísima porque en el resto de los países de la región es inferior al 5 por ciento", como en Brasil, Uruguay, y Chile.
Para Caucino, es "pura demagogia" culpar a los empresarios de la suba de precios, porque si fuera así "la gente y el mercado los castigaría". "Ellos saben que no es cierto, pero no quieren admitir la verdad. Se están cavando su propia fosa. Siguen creyendo que van a resolver la situación con (el secretario de Comercio Interior Guillermo) Moreno y su patota, que lo único que consigue es que aumente el mal clima de inversión. No hay dispersión de precios, sino aumento en todos los sectores porque hay un mal manejo del problema", juzgó.
En la misma sintonía, el director de IDESA, Jorge Colina, refutó a la presidenta y aseguró que "hay un proceso inflacionario porque se observa un aumento generalizado de precios". "Sería dispersión de precios si hay algunos precios estacionales que varía, y el resto se mantienen estables. Pero no es así. Todos los precios crecen, y por encima del 10 por ciento", fundamentó a DyN, y acotó que los únicos valores que no se movieron fueron los de los servicios públicos porque "como están regulados, el Estado los puede manejar".
Colina señaló que la tendencia inflacionaria es "un problema en todo el mundo por el aumento en el valor de los alimentos", pero explicó que "en Argentina hay aditamentos adicionales: la emisión monetaria, el aumento del gasto público, y la convalidación de aumentos salariales del 30 por ciento, que terminan siendo inflacionarios". El analista desechó el riesgo de espiralización inflacionaria porque "la abundancia de dólares ayuda a que haya un ancla nominal, que hace que se mantenga alta, pero controlada".
A su vez, los titulares de la Unión de Consumidores de Argentina, Fernando Blanco Muiño, y del Centro de Educación al Consumidor, Susana Andrada, expresaron que "resulta altamente preocupante" que la presidenta "ignore, encubra y camufle la verdadera situación de precios detrás de argumentaciones que duran lo que tarda cualquier argentino en llegar con su mano al fondo del bolsillo".
En un comunicado, manifestaron que la ratificación de la mandataria del diagnóstico del ministro de Economía, Amado Boudou, "confirma que estamos en presencia de un gobierno que niega la realidad y no implementa las políticas públicas de lucha contra la inflación".
Así, alertaron que "el relato ficticio que se pretende imponer atenta contra los sectores más vulnerables de la sociedad" y reclamaron avanzar "en una política seria y concreta que garantice el poder adquisitivo de los salarios". Asimismo, el economista Daniel Artana, opinó que la presión de Moreno sobre las consultoras que miden la inflación es "tratar de tapar el sol con los dedos". "La realidad es que la gente percibe la inflación. Es como que no me gusta la realidad, o sea no me gusta tener fiebre, rompo el termómetro", ilustró en declaraciones a radio El Mundo.
Fuente: DYN