En la primera parte de un año electoral, el Gobierno gastó más en asignaciones y jubilaciones, aunque por actualizaciones automáticas. Pero para compensar y sostener el superávit fiscal, profundizó la motosierra en salarios, obra pública, y subsidios con la mira en cumplir y hasta superar la meta fiscal que impuso el Fondo Monetario Internacional (FMI). La ejecución del presupuesto prorrogado por partida doble está en un 44,9%.
Según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), en el primer semestre de 2025 el gasto total de la Administración Pública Nacional experimentó una contracción del 2,0% interanual, ajustado por inflación. Al excluir el impacto de los intereses, el gasto primario mostró un incremento del 2,9% interanual en términos reales.
En cuanto a los ingresos, el informe detalla un crecimiento del 19,4% interanual en los Ingresos Totales, pero si se excluyen las utilidades del Banco Central (BCRA) giradas en abril, la variación real de los ingresos se acerca a cero, con una leve caída del 0,6% interanual.
Más recortes para trabajadores públicos, obras y AUH
El resultado es un superávit financiero en el primer semestre de $13,93 billones, y primario de $19,03 billones. La letra chica que explicó esta conclusión tuvo que ver con recortes en áreas sensibles. Las transferencias corrientes al sector privado, que abarcan subsidios económicos y prestaciones previsionales de ANSES, sufrieron una retracción del 17,8% interanual ajustado por IPC.
En específico, las prestaciones previsionales, como la Asignación Universal por Hijo, cayeron un 31,1%, y las transferencias a empresas públicas, fondos fiduciarios y otros entes del sector público (que incluyen subsidios a la energía y el transporte) disminuyeron un 21,1% interanual.
Uno de los hachazos más fuertes fue el del gasto de capital, reflejo de la inversión pública, que experimentó una caída interanual del 31,5%. Esta reducción es significativa, dado que en el primer semestre de 2024 ya se registró un recorte del 80,7% interanual en términos reales en este rubro. Por último, el gasto en remuneraciones (salarios públicos) se contrajo un 9,6% en comparación con el mismo período de 2024. ASAP atribuyó esta merma a la disminución real de los sueldos, como a la reducción de la planta de empleados públicos.

Por el lado de las erogaciones, el documento destacó también el aumento en las rentas de la propiedad, que tuvieron un crecimiento significativo del 379,2% interanual ajustado por IPC. Las transferencias corrientes a provincias mostraron un alza del 95,7% año a año, impulsado principalmente por el cumplimiento de un fallo judicial a favor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
En qué áreas aumentó el gasto
En el ámbito de la inversión, la Inversión Real Directa creció un 56,0% interanual y las Prestaciones de la Seguridad Social también registraron un incremento del 21,7% interanual, en parte por la nueva fórmula de actualización de haberes y una baja base de comparación. Finalmente, las contribuciones a la Seguridad Social mantuvieron su sendero de recuperación con un crecimiento del 25,4% interanual.
El equipo económico que lidera Luis Caputo busca no sólo cumplir sino superar el objetivo que acordó con el FMI de alcanzar un superávit del 1,6% a fin de año. Se trata del ancla principal del programa económico del Gobierno de Javier Milei. Según explicó la asociación, “después del notable ajuste del gasto ocurrido en 2024, las variaciones interanuales empiezan a oscilar entre valores negativos y positivos”.
La continuidad de esta dinámica fiscal, con un porcentaje de ejecución presupuestaria del 44,9% al cierre de junio (casi 5 puntos porcentuales por encima del promedio 2015-2024) sugiere que el presupuesto vigente podría requerir ampliaciones en lo que resta del año, o bien demandar medidas adicionales de contención del gasto durante el segundo semestre para mantener la trayectoria de consolidación fiscal. El informe de ASAP subraya así la magnitud del cambio estructural en las cuentas públicas nacionales, especialmente si se compara el superávit actual con el déficit del 34,5% de los ingresos totales registrado en el primer semestre de 2023.
AM/ML