Tras el huracán del coronavirus que arrasó a la economía mundial este año, y con las fichas puestas en la vacunación, se espera para 2021 una recuperación económica global cercana a 5,2%. Ese crecimiento en un entorno financiero de gran liquidez y debilitamiento del dólar que impulsa los precios de los commodities en países emergentes –la soja que en la última semana alcanzó su mayor valor desde mediados de 2014– configurará un escenario externo que “traerá viento de cola favorable” para Argentina en lo comercial, vía un aumento de exportaciones. Con todo, sólo volverían al nivel de 2019, con alrededor de US$ 65 mil millones.
El país necesita dólares y el Gobierno aboga por un aumento de las exportaciones. Para capitalizar el escenario global, los analistas consideran que hay que trabajar más en la facilitación de comercio, los trámites, la promoción comercial y los acuerdos sanitarios y fitosanitarios. “Este escenario favorable traccionará la producción doméstica y el ingreso de dólares que tanto escasean, después poder aprovecharlo dependerá de cuestiones internas”, planteó Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, en alusión a factores como la elevada brecha cambiaria.
Los tres países que tradicionalmente más pesan son Brasil, que es el principal socio comercial del país, China, y Estados Unidos, y las perspectivas son alentadoras. La recuperación de Brasil (que este año caerá en torno a 4,5%) “se estima en 2021 en 3,5% y es muy relevante para las manufacturas de origen industrial (MOI)” destacó Manoukian, e indicó que “el 40% de las MOI se exportan a ese país, y es un sector que genera mucho empleo por cada punto que crece”.
Eva Bamio, líder de proyectos de Abeceb, sostuvo que “Brasil recuperando tracciona la exportación de autos, autopartes, plásticos, químicos, un tercio de lo que se le exporta son bienes agroindustriales, y dos tercios son bienes industriales”.
Región. El especialista en comercio internacional, Marcelo Elizondo si bien concuerda sobre la relevancia de Brasil, aclaró que si bien es el primer mercado, al que se vende entre el 10% y 12% del total, “no habrá motor, sino recuperación de estándares normales”. “A Brasil en su momento le llegamos a vender el 20%, va perdiendo importancia relativa año a año”, agregó.
Según su visión, “apoyado en mejores precios, el gran motor en 2021 va a estar en el continente asiático, la gran demanda vendrá de esa región, sobre todo China e India, está previsto que el PBI de esas naciones crezca más de 8%”. Compran productos primarios como los porotos de soja, carnes sin procesar y manufacturados como aceites y vinos.
La recuperación
de Brasil impacta
en la industria,
químicos
y plásticos
“Si se mide por continente, el asiático ya es el principal mercado para las exportaciones argentinas. Por primera vez en la historia, le vendimos más que a Latinoamérica. Está previsto que las importaciones de Asia desde todos los orígenes en 2021 crezcan 6,5%. Fue el que menos cayó en pandemia”. Un tercio de las exportaciones argentinas van hacia allá.
Estados Unidos es el tercer país de importancia para las exportaciones. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca definirá los conflictos comerciales latentes. “Impusieron derechos antidumping muy fuertes al biodiésel argentino que era el principal producto de exportación, por US$ 1.200 millones; si se lograra negociar algún tipo de cupo con un arancel más bajo, podría exportar un poquito más”, indicó Bamio.
En los últimos años crecieron las ventas a naciones del sudeste asiático como Indonesia, Tailanda y Filipinas. Chile, India y Vietnam también están entre los países a los que más se vende.
Geopolítica para vender más
Según Abeceb, la participación argentina en las exportaciones globales habría aclanzando en 2020 un mínimo histórico de 0,32%. Julieta Zelicovich, doctora en Relaciones Internacionales, afirmó que “una estrategia sustentable en el tiempo, no se limita a los tres principales mercados para Argentina, que son y seguirán siendo Brasil, China y Estados Unidos”.
“La inserción de los productos argentinos en los mercados globales pasa por estrategias de cuidar la presencia en los lugares donde ya están y de crear comercio donde no lo había. Eso requiere una lectura atenta de las dinámicas geopolíticas, sanitarias, y de estrategias de nicho”, evaluó. Para la especialista, “la conflictividad entre Australia y China en materia comercial puede abrir espacios de oportunidad para la colocación de algunos productos agroindustriales argentinos”.
“La composición de la canasta exportadora argentina donde los productos con mayor valor agregado van hacia América Latina, tiene una dificultad, dado que las proyecciones de crecimiento de esta región, son muy acotadas, y sigue estando esta dependencia a la dinámica de la economía brasileña. En otros mercados el desafío es agregarle valor a las exportaciones”.
