La quinta revisión trimestral del Extended Fund Facility (EFF) tiene como fecha de vencimiento el 28 de julio y el ministro Sergio Massa está dispuesto a agotar los tiempos de negociación y lograr el visto bueno de ese informe técnico, ante la imposibilidad de lograr un acuerdo para recalibrar el programa completo. De atarse a este esquema, la Argentina recibiría los USD4.000 millones que deberían haber ingresado en junio, y postergaría la remodelación de los fundamentos macro hasta lograr el respaldo del Directorio del Fondo Monetario Internacional. Ese acuerdo lo necesitará, tarde o temprano, para atravesar el peor momento de tensión cambiaria, que se prevé en el mes de las elecciones generales de octubre.
Con ese monto, el Gobierno podría hacer frente a los USD2.700 millones que vencen el 31 de julio, más los USD800 millones de intereses que debe pagar el primer día de agosto. Sólo le quedarían disponibles USD500 millones para hacer frente a las obligaciones comerciales y para apagar algún fuego cambiario. Es por eso que se espera una renovación exprés del swap con China para poder disponer de la segunda etapa de los USD10.000 millones acordados en Beijing, de modo de destinar el uso de yuanes para sostener la actividad.
“Todos creen que la negociación es sobre un programa y, en realidad, es por la quinta revisión. La fecha tope de aprobación del staff-level agreement es el 28 de julio”, aclaró a PERFIL una fuente privilegiada que participa de manera activa de las charlas con el Fondo Monetario Internacional. Ese señalamiento reveló que quedaron atrás las ambiciones de conseguir un adelanto mínimo de USD7.400 millones, que incluía también los desembolsos de USD3.400 millones de septiembre. Esa jugada hubiera significado llevar post elecciones la renegociación total, pateando incluso la sexta revisión. La ambición de máxima era congelar todo el 2023 y parte del año próximo, a la espera de una recuperación de la exportación agrícola. Esa alternativa quedó desterrada.
El análisis de la quinta revisión del programa
Por tanto, en estas horas los funcionarios que integran la comitiva en Washington discuten los waivers necesarios para poder superar el incumplimiento casi total de las metas pautadas en el acuerdo original de repago de la deuda externa. El efecto de la sequía reconocido por el FMI allanó los perdones que deben interponerse para que, finalmente, los desembolsos permitan apuntalar los vencimientos. La caída de la recaudación, a partir del desplome de las exportaciones agropecuarias, generó un agujero fiscal. También dejó al desnudo los problemas del Banco Central de acumular reservas. En ese contexto, la emisión monetaria se mantuvo alta y terminó el segundo semestre en $670.000 millones, casi el doble de la meta original.
Massa siguió la máxima que supo usar su actual secretario de Industria y entonces jefe de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio De Mendiguren, cuando en 2011 recomendó recalentar la inversión para evitar el enfriamiento de la economía. Ante el reclamo de devaluación y restricciones a las importaciones, realizado por el FMI en un duro informe que alertó por la baja acumulación de dólares en las arcas del Banco Central, el jefe del Palacio de Hacienda pergeñó un paquete de medidas para incentivar las exportaciones y desalentar, al menos por el tiempo de campaña, la contratación de servicios y de bienes de lujo. Pero si se concretan, la recaudación del sobrecosto permitirá aumentar la caja para apuntalar las inversiones del Estado en la actividad económica.
El acuerdo le permitiría tener planchados los precios y no alterar la inflación
El también precandidato presidencial sabe que el acuerdo con el FMI es central para sostener planchadas las variables del mercado que puedan impactar en los precios. Al fin y al cabo, la agenda de la calle es la inflación y la capacidad que tienen los salarios de llegar a fin de mes. Para eso, puso a todo su equipo a trabajar sobre medidas que no acabarán con el rubro de comercio exterior, pero la urgencia era mostrarle al Fondo que avanzaba con receta propia para lograr el objetivo impuesto para el nuevo acuerdo: acrecentar las reservas del BCRA para cuidar los dólares que el organismo desembolsará en los próximos días.
El candidato Massa visita la exposición Rural
La agenda de Massa hasta el jueves por la noche tenía prevista un viaje rumbo a Washington para sellar el acuerdo con el FMI. Con decretos de por medio para cazar más dólares, pero sin el OK final del Fondo, el ministro postergará la visita a los Estados Unidos y se convertirá en candidato para pasar por la mesa de debate que organizó la Sociedad Rural Argentina (SRA) en la 135° exposición de Palermo. Llegará a terreno hostil, porque desde el campo hubo críticas a la renovación del dólar agro; pero, también, generó expectativa su participación, inédita entre candidatos aliados al kirchnerismo desde que se desató la crisis por la resolución 125 del 2008, que inició la ruptura entre el peronismo K y sus aliados con el campo.
Alberto Fernández reveló un diálogo con Georgieva para acelerar las negociaciones con el FMI
El cónclave de la Rural comenzará el lunes próximo a las 9.30 con la presencia del precandidato de Libertad Avanza, Javier Milei; luego se subirá al escenario Patricia Bullrich. La sucederá el gobernador cordobés Juan Schiaretti; y más tarde será el turno del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. El cierre estará a cargo de Massa, pisando el mediodía palermitano, que tendrá sus 15 minutos de exposición y luego enfrentará otros diez minutos de preguntas. Curiosamente, en esa platea el candidato de Unión por la Patria presentará por primera vez su paquete de medidas para ayudar a las reservas del BCRA, con guiño incluido al FMI.