El asado ocupa un lugar central en el imaginario cultural y culinario argentino. En la práctica, sin embargo, el consumo de carne bovina cayó a la par de las crisis económicas de los últimos años y perdió lugar ante el cerdo y el pollo. Más aún: un informe realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario afirmó que el 2021 fue el año donde se registró el consumo de carne más bajo de los últimos 100 años, un número que se explica por el aumento de otro tipo de animales y la baja en el consumo interno.
La tradición de "tirar un pedazo de carne a la parrilla" tuvo un golpe manifiesto durante el año pasado, con un número de 47,6 kilos de consumo por habitante que quedó cerca de su peor cifra ubicada en 1920, cuando se totalizaron 46,9 kilos per capita.
"Esto, por un lado, es consecuencia de la disminución directa del consumo, al tiempo que también se amplió la absorción de otras proteínas animales", explica el informe, que además deja otro dato contundente: el consumo de carne de vaca ocupa el 44% de la ingesta de carne animal de la dieta argentina, algo que se manifestaba entre el 60% y el 70% a principios del 2000.
El análisis publicado en un informe semanal del 10 de junio en el Especial Ganadería de la bolsa rosarina analizó también el nivel de producción vacuna. Allí explicita que "desde 1975 hasta la actualidad la producción cárnica bovina se ha mantenido en un rango relativamente estable que va de las 2,5 a los 3 millones de toneladas de carne bovina" y en 2021 esa producción estuvo debajo de las 3 Mt (millones de toneladas).
Precios de la carne por las nubes: ya hay más de 10 cortes que superan los $1.000 el kilo
Lo mismo sucede para las exportaciones. Si bien el informe argumenta que se han aumentado en un rango móvil de 0,16 a 0,82 millones de toneladas en su línea histórica, Argentina dejó el primer puesto como exportador que tenía en 1960 y cayó al quinto en 2021. Hoy el ranking lo domina Brasil e incluso países como Australia y Nueva Zelanda han multiplicado por 7 y 4 sus ventas al comercio internacional.
"Argentina, como abastecedora del mercado mundial de carne, si bien se mantiene en el segundo puesto ha demostrado un comportamiento errático por los últimos 70 años, quedando en el último puesto entre los 4 países del MERCOSUR seleccionados en incremento porcentual de los despachos mundiales", aclara.
Baja el consumo de carne, sube la producción de pollo y cerdo
"Es una tendencia que llegó para quedarse y que viene desarrollándose en los últimos 15 años", dijo a PERFIL el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), Miguel Schiariti, sobre el dato recogido por la Bolsa de Comercio de Rosario.
Schiaritti agregó, además, que hay una sustitución de los cortes de vaca por cerdo y pollo, a caballo de la inflación que desinfla el poder adquisitivo del salario. "Hoy la inflación hace que haya un proceso de sustitución de una carne por otra", afirmó.
"Esto arranca hace 15 años con un cambio de genética porcina y genética aviar que aumento la productividad de esas dos carnes de manera tal que se despegaran del precio de la carne vacuna. Hoy con un kilo de carne vacuna se pueden comprar casi tres kilos de pollo y casi dos kilos de cerdo. En esta época de bolsillos flacos e inflación creciente se termina definiendo por el bolsillo", analiza Schiariti.
3- Por 3° mes consecutivo, el pollo (producto sustituto), mostró fuerte aumento: 6,3%. El indicador que vincula la evolución del precio del asado en relación con el precio del pollo muestra una reducción que llega a 3,51, producto del incremento diferencial del pollo. pic.twitter.com/bLl36Mlvfb
— Centro CEPA (@ctroCEPA) June 12, 2022
Otro informa de la sección ganadera de la bolsa rosarina afirma: "Con una proyección total de 2.300 millones de kilos de pollo, el 2022 cerraría con un récord anual de consumo per cápita de pollo, con cerca de 49 kilos por habitante". Esto se traduce también en mayor cantidad de faena aviar por encima de la faena bovina.
Esta sustitución de carne aviar por carne de vaca tiene un correlato: el aumento del valor del pollo. Según Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que preside el economista Hernán Letcher, el pollo aumentó en mayo del 2022 un 6,3%, un alza que se viene manifestando por tercer mes consecutivo.
"El indicador que vincula la evolución del precio del asado en relación con el precio del pollo muestra una reducción que llega a 3,51, producto del incremento diferencial del pollo", aclaran los datos del CEPA. Entre los argumentos del aumento se encuentran la suba del precio del maíz y la escalada general de los precios.
"Hay que estimular la producción", sostiene el presidente del Ciccra sobre una posible solución para aumentar el consumo de cortes vacunos. "Tuvimos sequías muy importantes que generaron el aumento en cereales y oleaginosas, y eso generó que gran parte de las vacas consumiera poco alimento y una vaca que come mal no ovula. Si no ovula, no hay ternero. Hemos perdido casi dos millones de terneros en dos años y esto hace que la oferta sea menor", detalla.
También explica que las exportaciones de carne cayeron al 7% por el cierre parcial de la actividad, que prohíbe vender internacionalmente siete cortes. Para Schiariti, sin embargo, no es un dato alarmante la baja en el consumo de carne bovina y alega que se lo analiza en su tradicional lugar de "bien cultural".
"Hay que desdramatizar la caída del consumo de carne vacuna. El consumo de proteína animal de los argentinos está por encima de los 100 kilos", concluye.
GI/ff