La inflación estadounidense alcanzó en julio un 5,6 por ciento, el nivel más alto en 17 años, informó hoy el Departamento de Trabajo en Washington.
El índice de precios de consumo saltó un 0,8 por ciento de junio a julio, más de lo previsto por los analistas, debido al fuerte aumento del precio de la energía y los alimentos. En junio el incremento fue del 1,1 por ciento.
Sin tomar en cuenta ambos conceptos, los precios subieron en julio un 0,3 por ciento hasta alcanzar una inflación interanual de 2,5 por ciento.
La semana pasada la Reserva Federal no modificó las tasas de interés mientras prosiguen las preocupaciones por el bajo crecimiento de la economía y la inflación. La elevada inflación ha provocado llamamientos para que el banco emisor reconsidere aumentar de nuevo las tasas de interés.
Fuente: DyN