ECONOMIA
DESDE ZAPATILLAS HASTA ELECTRONICOS

Estilo ‘corralito’: cada vez se liberan más importaciones a través de amparos

Con medidas cautelares, empresarios consiguen sacar de la Aduana en dos meses productos frenados por autorizaciones del Gobierno que se demoran sin motivo.

‘PATRIA JUDICIAL’.  Proliferan estudios de abogados que consiguen fallos favorables.
| Cedoc Perfil
Las demoras para que el Gobierno autorice importaciones pusieron en marcha la maquinaria judicial con la presentación de cautelares que en los últimos meses tuvieron “un aumento exponencial”, según aseguran los abogados de estudios que hasta nacieron específicamente para liberar los productos frenados por las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI).
Después de la caída del 25% de las compras al exterior en febrero y un marzo que “también fue un mes complicado en materia de aprobaciones”,  según aseguró el presidente de la Cámara de Importadores, Diego Pérez Santisteban, distintos operadores del sector del comercio exterior revelaron que la vía judicial cobra cada vez más popularidad.
La presentación de los llamados “amparos” creció entre 40% y 50% en lo que va del año contra el año anterior, según explicó el abogado Agustín Gilardi, socio de uno de los estudios –Balestra & Gilardi– que trabajan sólo con las presentaciones para destrabar importaciones. “Los empresarios entendieron el proceso como la suma de un escalón logístico más con la etapa de la cautelar”, explicó sobre el paso que lleva unos dos meses en promedio.
“Son medidas cautelares autónomas y la sentencia –en el fuero contencioso administrativo federal– sale en 15 días”, detalló Mariana Gallego, socia del estudio Ayarra-Gallego, sobre las presentaciones de los empresarios que, hasta ahora, no encontraron juez que las frene. A eso se le suman los pasos administrativos.
“La DJAI no tiene fundamento jurídico para que la presentación sea rechazada”, consideró Gallego. “No es un problema de derecho aduanero sino de derecho internacional”. La Argentina suscribió acuerdos –como el GATT, de la Organización Mundial de Comercio– que “tienen jerarquía superior que las normas que pueda dictar comercio”, detalló Gilardi.
De esta forma, logran ingresar al país, entre otros artículos, zapatillas, electrónica, fundas, maderas y muebles. “En general, son productos terminados. Los insumos tienen más posibilidades de explicar ante la Secretaría de Comercio que se trata de partes para un proceso de producción”, explicó el representante del centro de estudios Comercio Exterior Siglo XXI, Miguel Ponce.
“Uno de los parámetros del crecimiento de los amparos es que los valores de los trámites subieron. En promedio, se trataba del 5% al 7% y ahora llega hasta el 10%”, indicó. También desde el Centro de Despachantes coincidieron en que aumentó el uso de los recursos judiciales en lo que va del año, con un costo que va del 8% al 10%, aunque algunos estudios aseguran que se mantiene en el 5%. Así, en un embarque de US$ 100 mil, con al menos US$ 5 mil se destraba la salida de la mercadería en un plazo que “en el 98% de los casos se resuelve en dos meses”, según Gilardi.
“En la época de (Guillermo) Moreno, él llamaba a los empresarios que habían optado por la vía del amparo para preguntar si lo iban a ejecutar. Hoy eso no pasa”, aseguró Ponce. Con él coincidió Gallego. Tampoco hay represalias. “Después de un amparo, la misma empresa puede tener una DJAI aprobada”, aseguró la abogada.